La Habana, 3 de febrero. Los cubanos acudieron hoy a votaciones para las que hubo listas únicas de candidatos, sin discusión de propuestas, y que marcaron la recta final de la posible relección de Raúl Castro como jefe de Estado y de gobierno.

Más de ocho millones de electores estuvieron convocados a ratificar a los 612 candidatos a igual número de asientos de diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, parlamento), así como a los mil 269 aspirantes a esa cantidad de posiciones en las 15 asambleas (legislaturas) provinciales.

La única propaganda previa fue la difusión de datos biográficos de los candidatos. Los ciudadanos podían votar por uno, varios o todos los propuestos por su zona electoral.

En las últimas dos décadas el gobierno describía este tipo de elecciones como un virtual referéndum a favor del sistema y pedía el voto unido (por todos los candidatos), como muestra de legitimidad, en un clima de exaltado nacionalismo.

Por el contrario, esta vez los mensajes oficiales sólo exhortaron a los ciudadanos a ejercer su derecho, en un tono ecuánime

Los órganos electos tendrán un mandato de cinco años. Al celebrar su primera sesión la nueva ANPP, el 24 de febrero, elegirá entre sus miembros a 31 integrantes del Consejo de Estado, incluyendo a su presidente, que será jefe de Estado y de gobierno.

Raúl Castro cumplirá 82 años en junio, por lo que una nueva gestión quinquenal lo llevaría a concluir el siguiente periodo casi a los 87.

La ANPP tiene dos plenarias al año, casi siempre durante un día en cada caso. El resto del tiempo el Consejo de Estado ejerce facultades ejecutivas y legislativas.

Esa disparidad se refleja en los resultados. En la última legislatura, la ANPP aprobó siete leyes, además del presupuesto y el plan económico anuales, que tienen ese rango. En contraste, en el mismo periodo el Consejo de Estado emitió 42 decretos-ley, entre ellos casi todos los sustantivos de la reforma económica.

Casi todos los miembros de la nueva ANPP pertenecen al Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal). Los futuros diputados que no provienen de la organización no llegan a la decena. Entre ellos están el músico Adalberto Alvarez, el pintor Nelson Domínguez, algunos ministros de culto religioso protestante y yoruba (devoción afrocubana) y funcionarios de rango medio.

En el parlamento también estarán más de la mitad de los 115 miembros del Comité Central del PCC electos en el sexto congreso (abril de 2011), así como 14 de los actuales 15 miembros del Politburó. La excepción es Ricardo Alarcón, quien fue presidente de la ANPP durante casi dos décadas.

También ingresarán a la Asamblea todos los líderes provinciales del PCC; todos los ministros menos uno (Cultura) y 14 de los 15 presidentes de gobiernos provinciales (menos Camagüey).

La dirigencia del PCC y del gobierno y veteranos de la revolución de 1959 suelen relegirse indefinidamente en la ANPP. El resto cambia con tendencias similares en los últimos años. Esta vez la Asamblea se renovará en un 67 por ciento (63 en 2008), habrá 48 por ciento de mujeres (43), 37 de negros y mestizos (35) y la edad promedio es de 48 años (49).

Fidel Castro, de 86 años, es candidato a diputado, pero su elección es simbólica, como fue su pertenencia a la recién concluida legislatura: nunca asistió a las sesiones, aunque su asiento en la primera fila de la presidencia del plenario permaneció vacío.

El líder cubano fue presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros desde 1976, cuando surgió el actual sistema institucional, hasta 2008, cuando renunció a una nueva relección por su enfermedad.

En el congreso del PCC, Raúl deploró la falta de relevo para la generación, ahora octogenaria, que encabezó la revolución y que aún retiene los hilos del poder. Anunció la limitación de los principales cargos públicos a dos mandatos consecutivos de cinco años, pero hasta hoy no hay nada que regule esa propuesta.

Aunque Raúl ejerció la jefatura de Estado y de gobierno en forma interina durante un año y medio, apenas en 2008 inició su propio mandato, por lo cual, según su idea, todavía podría tener otro periodo.

El presidente votó este domingo en el poblado de Mayarí Arriba, municipio de Segundo Frente, en la provincia de Santiago de Cuba, en la misma zona donde encabezó un frente guerrillero hace más de medio siglo.