Querétaro Qro, 5 de febrero. El presidente de la Corte, Juan Silva Meza, y el senador Ernesto Cordero aprovecharon su espacio como oradores en el 96 aniversario de la Constitución para fijar posturas desde su representación ante los recientes señalamientos al Poder Judicial, el primero, y desde la perspectiva de su militancia política, el segundo.

Los titulares del Poder Judicial de la Federación, jueces, magistrados y ministros seguiremos defendiendo con prudencia y equilibrio los derechos y las libertades de todos, con plena autonomía e independencia, sujetos a la obligación de mantener la continuidad constitucional, sometidos sólo a la ley, precisó Silva Meza.

Y Cordero –ex aspirante a la candidatura presidencial por el PAN– advirtió: es positivo y saludable que hoy exista en el ambiente político la voluntad de seguir impulsando reformas importantes en los temas que más interesan a la nación, pero este impulso reformador no puede ni debe hacerse desperdiciando, tratando de forzar los tiempos y la agenda del Congreso. Reformas sí –dijo–, pero sólo si son producto del diálogo franco, del debate serio, de la reflexión a fondo y del respeto a las instituciones.

En la misma ceremonia, realizada en el Teatro de la República, y ante el presidente Enrique Peña Nieto y casi la totalidad de los gobernadores del país, el gabinete legal y ampliado, legisladores y ex mandatarios locales queretanos, el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, improvisó su discurso: la sociedad mexicana está viendo, hoy más que nunca, con ojos exigentes a su clase política, lo que la obliga a acordar sin renunciar, y a hacerlo para construir. La política es un ejercicio leal de negociación para hacer efectivas las garantías individuales y para darnos a nosotros mismos un sistema jurídico que rija a plenitud.

Cordero insistió: la historia de nuestro país no deja lugar a dudas. Cuando el impulso reformador no goza de acuerdos políticos y sociales amplios, el resultado es invariablemente negativo para todos.

Sometidas sus decisiones recientes a múltiples señalamientos, el presidente de la SCJN celebró la entrada en vigor de reformas constitucionales importantes en materia penal, en amparo, en política y en derechos humanos, porque éstas, sin exagerar, han cambiado el rostro al sistema jurídico mexicano.

Pidió no ceder ante intenciones regresivas y apuntalar la nueva concepción jurídica del país para ir adelante con la reforma constitucional que entrará en vigor en 2016.

No permitamos que los falsos dilemas entre libertades y responsabilidades, entre derechos y deberes, entre legalidad y justicia, nublen el entendimiento que debemos tener sobre nuestro papel histórico de cara a la Constitución que hoy celebramos. La restricción de derechos no redunda en mayor responsabilidad hacia los demás. Por el bien de todos, lo mejor que debemos hacer es poner, con equilibrio y ponderación, la libertad y los derechos por encima de cualquier otro interés, advirtió.