Pese a que México ocupa el octavo lugar en el mundo en crecimiento del delito de robo de identidad, 90 por ciento de los mexicanos guardan en su bolso o cartera los documentos personales suficientes para ser víctima de este acto ilícito o de otros, como quebranto patrimonial y fraude.

El estudio La vulnerabilidad y los riesgos de extraviar una cartera, elaborado por el grupo internacional CCP a partir de una encuesta, revela que lo anterior se agrava aún más con la alarmante cifra de que sólo 9.4 por ciento de los mexicanos devuelven una billetera que se encuentran.

México está por delante de Singapur en robo de identidad, y Turquía lo supera. Entre las causas del aumento de dicho delito se encuentra la mayor bancarización de las personas, explicó Alfonso Flores, director general del corporativo CCP, que es un referente en vender servicios para la protección de tarjetas.

Advirtió sobre la enorme vulnerabilidad del mexicano al ser víctima de algún delito a partir de los documentos portados en su billetera. A esto se añade que 30 por ciento de las carteras o bolsas que son devueltas a sus dueños ya no tenían el dinero que ahí se llevaba.

Con la documentación privada que usualmente se guarda en la bolsa es fácil que cualquier otra persona pueda también abrir cuentas bancarias, solicitar préstamos rápidos, hacer contratos de telefonía, rentar una casa, tramitar una hipoteca y emplear tarjetas bancarias. Esto, bajo la identidad de otro ciudadano que asume todos los gastos, alertó.

El estudio de CCP se realizó en dos fases. En la primera se hicieron 500 encuestas online y en la segunda “se sembraron 500 carteras” con información personal, para saber qué es lo que realmente hace una persona cuando encuentra un bolso que no le pertenece. Para ello se seleccionaron el Distrito Federal y los municipios conurbados del estado de México, que en conjunto suman más de 23 millones de habitantes, lo cual permitió definir una representatividad.

Los resultados fueron sorprendentes, señala Alfonso Flores, ya que aunque alrededor de 90 por ciento dijeron que en caso de encontrar una billetera intentarían regresarla a su dueño, en la práctica sólo 9.4 por ciento lo hicieron. Las carteras que fueron sembradas contenían documentos que aparentaban pertenecer a un sujeto real.

Entre la información personal había una tarjeta bancaria, vouchers de compras y 70 pesos. Incluso, contenía un nombre y un número telefónico de contacto.

En el caso de quienes dijeron que sí regresarían una billetera, 5 por ciento confesaron que se quedarían con el dinero y el resto dijo que lo devolverían a su dueño; 2 por ciento expresó que robaría los recursos ahí guardados y el resto lo tiraría a la basura.

Pese a lo anterior, 87 por ciento de los encuestados manifestaron temor de que sus datos personales puedan ser mal utilizados, que les roben su identidad o les clonen sus tarjetas bancarias. Por otra parte, 79 por ciento consideraron que no recuperarían su bolso si fueran víctimas de robo o extravío, y sólo 21 por ciento opinaron que si pierden su cartera con suficiente información de contacto podría nrecuperarla.

De hecho, la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) informó que en 2011 el monto que los usuarios reclamaron ante ese organismo ascendió a 476 millones de pesos por presuntos fraudes cometidos.

En tanto, 42 por ciento dijeron que lo que más les molestaría si perdieran su billetera sería tener que cancelar las tarjetas y renovar la documentación, mientras 40 por ciento manifestaron que lo que más les disgustaría es que alguien tuviera sus datos personales y pudiera hacerle fraudes. Sólo 13 por ciento indicó que lo que más le preocuparía es perder el dinero.