Tenemos que mejorar muchísimo la prevención en salud reproductiva de los jóvenes, dice
Debe ser actualizado el plan maestro de infraestructura sectorial
Tal vez en dos sexenios puedan verse cambios en el sistema nacional, pero en éste se darán los pasos requeridos, señala titular de la Ssa
Hay que orientar a los jóvenes para que conozcan, tengan la información y tomen sus propias decisionesFoto María Meléndrez Parada
Martes 12 de febrero de 2013, p. 39
Es un hecho, una realidad, que cada vez más adolescentes inician su actividad sexual en esta etapa de la vida. Se les debe orientar, dar educación en la materia, promover el uso del condón para evitar embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual. Esta es una necesidad de salud pública y la contribución que puede hacer el sector a la restitución del tejido social, afirmó Mercedes Juan López, titular de la Secretaría de Salud (Ssa).
Hay que insistir en la promoción del uso del condón, con base en una coordinación eficiente con las instituciones públicas y las organizaciones de la sociedad civil, siempre, con base en la mejor evidencia científica.
En entrevista, Juan López evitó referirse a la injerencia que durante los dos gobiernos anteriores tuvieron las organizaciones conservadoras en las políticas de salud, pero reconoció que en materia de salud sexual y reproductiva tenemos que mejorar muchísimo
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Con relación a las acciones que emprenderá la actual administración con miras a una nueva reforma del sistema nacional de salud, señaló que podría tardar dos sexenios para ver si funciona, pero en éste se darán los primeros pasos, con medidas como la convergencia y portabilidad de servicios entre el Seguro Popular y la seguridad social (Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, Issste).
La base está en el proyecto que la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) dio a conocer hace más de dos años.
Por otra parte, reconoció que algunos hospitales de alta especialidad –construidos en los pasados 10 años– son utilizados a 60 por ciento de su capacidad y no responden a los objetivos de cubrir una demanda regional.
A continuación, la conversación de la secretaria de Salud con La Jornada:
–¿Qué le falta al sistema de salud para emprender una nueva reforma?
–Un gran logro fue la creación hace 10 años del Sistema Nacional de Protección Social en Salud, con el cual la antes llamada población abierta tiene derecho a un paquete explícito de intervenciones y al fondo de gastos catastróficos, que cada vez aumenta su cobertura. Esto ha permitido mejorar la infraestructura de la secretaría y el equipamiento de las instituciones en los estados, así como los institutos nacionales. Lo que sigue es una reforma como propone Funsalud, sobre la base de un fondo único integrado con impuestos generales y la aportación que el gobierno federal ya hace como cuota social a las instituciones (Seguro Popular, IMSS e Issste). Con ese dinero se podrían tener redes plurales de servicios.
–¿Cuánto tiempo tomará el cambio?
–No se puede hacer de un día para otro. Tal vez en dos sexenios se tendrían avances significativos. Ahora hay que arrancar con la portabilidad y la convergencia, que consiste en que los pacientes atiendan sus enfermedades en las unidades médicas existentes, independientemente de su derechohabiencia. Está el programa piloto en Baja California Sur, que será evaluado en los próximos seis meses; ver si funciona y cuáles son los obstáculos. Otro es el programa de emergencia obstétrica que funciona de 70 a 80 por ciento, por cuestiones operativas y administrativas. Las dos estrategias pueden ser la base para avanzar.
En ambos se tienen los instrumentos: convenios, tarifas homologadas, procedimientos para la facturación cruzada, las guías de práctica clínica que todavía falta que se apliquen. Debemos avanzar en el padrón único de beneficiarios.
–¿Cuál es el nivel de avance en el padrón?
–Ha costado muchos años. Se hace con la Clave Única de Registro de Población (CURP) y nos va a servir para identificar con claridad los traslapes y las duplicidades en la prestación de servicios que están entre 10 y 14 por ciento. Sólo entre el Seguro Popular y el IMSS hay 6 millones de personas que están en los dos. Si termináramos con esa duplicidad habría un ahorro importante.
–¿Cómo se entiende un sistema universal entre instituciones con derechos diferentes para sus afiliados?
–Se universaliza con una atención homogénea. No es fácil, porque en teoría en la seguridad social las personas tienen derecho a toda la atención; así lo dicen las leyes del IMSS y el Issste; pero por el aumento tan fuerte de la demanda de servicios y el costo del mercado privado, entre otros factores, en las instituciones de seguridad social se difiere la atención y no hay la oportunidad que quisiéramos.
Funsalud propone que todos tengan un mínimo (de servicios) asegurado y poco a poco se disminuyan en la seguridad social las cuotas obrero-patronales. Esto es muy complicado. Se requieren cambios legales, negociación con sindicatos. Por eso, primero buscamos una coordinación funcional, que la Ssa se fortalezca como órgano rector y el recurso enfocado a salud se programe de manera coordinada con el sistema nacional.
–En los dos gobiernos panistas, los programas de salud sexual y reproductiva se estancaron e incluso hubo retrocesos, según afirman organizaciones civiles. ¿Tiene un plan al respecto?
–Tenemos que mejorar muchísimo en la promoción y prevención en salud reproductiva, planificación familiar, prevención de embarazos no deseados, y con enfoque hacia los jóvenes, con una coordinación eficiente entre las instituciones públicas y las organizaciones no gubernamentales. Estamos conscientes que debemos mejorar. También con la Secretaría de Educación Pública, para impartir educación sexual en las escuelas, campañas de promoción para que los niños conozcan cómo pueden cuidarse a futuro.
–¿También la prevención de VIH/sida?
–Sí, aunque la epidemia está concentrada en grupos de riesgo: hombres que tienen sexo con otros hombres, personas en trabajo sexual y usuarios de drogas inyectables. Y ya existen programas de prevención que durante tres años financia el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. Funsalud administró los recursos y coordinó el proyecto que concluye este año, durante el cual habrá una transición hacia el programa nacional para continuar con las acciones. Ya existen diagnósticos, ubicación de los grupos principales, folletos, distribución de condones y lubricantes, entre otros.
–¿Promoción de uso del condón y campañas de prevención?
–Claro, para conocimiento de la actividad sexual. Es un hecho y una realidad que cada vez más gente joven inicia su actividad sexual. Hay que orientarlos, educarlos, que el uso del condón es la mejor forma de prevenir embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual. Que conozcan, tengan la información y tomen sus propias decisiones.
Las campañas son una necesidad. No participamos en el proyecto de presupuesto 2013, pero buscamos la manera de tener los recursos para estas campañas.
–¿Se terminó la interferencia de grupos de derecha en las políticas de salud?
–Le digo lo que queremos hacer. Estamos convencidos de que es una necesidad de salud pública y las decisiones se apegarán a la evidencia científica.
–¿Es necesario construir más hospitales?
–Hay que mejorar los existentes, hacerlos más eficientes. Algunos de los regionales (de alta especialidad) están subutilizados. No trabajan a más de 60 o 70, por ciento, porque no son realmente regionales. Los pacientes no llegan de otros estados, no se aprovechan porque no es fácil llegar a ellos. Algunas entidades requieren remodelar los muy antiguos, pero si logramos la portabilidad e intercambio se utilizará al ciento por ciento lo que hay. Hay que actualizar el plan maestro de infraestructura sectorial; por ahora existe el compromiso de los directores del IMSS y del Issste de no decidir ningún proyecto de construcción si no se coordina con la Ssa. Esperamos que así se dé.