Pretoria, 15 de febrero. El sudafricano Oscar Pistorius, primer atleta discapacitado que participó en unos Juegos Olímpicos, se echó a llorar este viernes cuando el tribunal de Pretoria lo acusó del asesinato de su novia, crimen que rechazó en un comunicado y que, de encontrarse culpable, puede ser condenado a cadena perpetua.

El atleta, vestido con un traje negro y una camisa celeste, se derrumbó al escuchar las palabras asesinato con premeditación: no pudo evitar las lágrimas, al tiempo que se cubría la cara y posaba su mirada en el suelo, mientras escuchaba los cargos contra él, antes de que el juez decidiera concluir la primera jornada y aplazar la vista al martes.

En la reanudación de la audiencia, la defensa de Pistorius podría pedir la libertad bajo fianza.

La policía había excluido la hipótesis del accidente y la fiscalía pedirá la recalificación del caso como asesinato con premeditación, lo que conllevaría una pena de prisión que puede llegar hasta la cadena perpetua.

Hace tres años, Pistorius se declaró favorable a la pena de muerte (abolida en Sudáfrica en 1995) por crímenes de sangre.

Este viernes, el deportista rechazó de forma contundente la acusación de asesinato, indicaron su familia y su agente en un comunicado.

Este (cargo de) presunto asesinato es rechazado de forma contundente... (Oscar) ha dejado clara su profunda simpatía a la familia de Reeva. Nuestros pensamientos y rezos deben estar con Reeva y su familia, más allá de las circunstancias de esta terrible, terrible tragedia, se agregó en el comunicado.

Magistrado renombrado

La justicia sudafricana designó en el caso a un magistrado acostumbrado a grandes procesos, Desmond Nair, pero Pistorius no lo miró cuando lo saludó, mientras el juez le pedía que se calmara y se sentara.

Nair suspendió la audiencia para dar tiempo a la defensa de investigar y estar en mejor posición en sus peticiones.

Al término de la vista, que duró menos de una hora, el atleta abandonó la corte con ojos llorosos al pasar junto a su padre, Henke, y fue trasladado a una celda de la comisaría de Brooklyn, barrio de clase alta de esta ciudad, donde seguirá custodiado.

El deportista había llegado al tribunal en un vehículo policial sentado en la parte posterior, con la cabeza cubierta, mientras un oficial intentaba taparlo con un libro.

Estrella en su país, leyenda del atletismo mundial y ejemplo para millones de jóvenes deportistas, Blade Runner, de 26 años, está acusado del asesinato de Reeva Steenkamp, de 29, modelo sudafricana con la que mantenía relación desde noviembre. La víctima falleció la madrugada del miércoles al jueves por cuatro disparos.

Medios de comunicación de varios países esperaron varias horas afuera del edificio, donde decenas de curiosos se agolpaban, y parte de los periodistas no pudo entrar por falta de espacio.

El padre del deportista y su hermana, Aimee, se abrazaron a su llegada, antes de sentarse en la primera fila. Pistorius perdió a su madre cuando era adolescente.

Según el diario Beeld, la policía fue avisada una primera vez durante la madrugada por vecinos debido a los gritos por una disputa en el domicilio de Pistorius, situado en un lujoso complejo residencial muy protegido por medidas de seguridad. La policía fue llamada una segunda vez en la madrugada tras escucharse los balazos.

Beeld aseguró que la modelo había recibido cuatro disparos: en la cabeza, pecho, pelvis y una mano. Los guardias encontraron a Pistorius junto al cuerpo de Steenkamp en el baño. La puerta tenía agujeros de bala, aseguró.

El abogado del corredor, Kenny Oldwage, dijo que su cliente estaba en un estado mental extremadamente traumatizado.

La prensa sudafricana ya lo rebautizó como Blade Gunner (del inglés gun, pistola).

El cuerpo de Reeva será entregado a su familia para el funeral cuando los expertos hayan terminado la autopsia, mañana o la próxima semana, precisó una portavoz de la policía.

La modelo figuraba en el elenco de un reality show rodado en Jamaica, cuya difusión está prevista a partir del sábado. La cadena pública SABC indicó que lo mantenía en su programación.