Ciudad del Vaticano, 12 de mayo.

El papa Francisco oró hoy por la noble nación mexicana para que, desterrada toda violencia e inseguridad, avance cada vez más por el camino de la solidaridad y la convivencia fraterna, durante la tradicional ceremonia dominical de La reina del cielo, en la que rezó ante unas 60 mil personas, incluidos unos 400 mexicanos, congregados en la plaza de San Pedro y sus inmediaciones.

En su plegaria, el pontífice también pidió que los amados hijos de Colombia continúen trabajando por la paz y el justo desarrollo de su patria.

Francisco se refirió a los dos países latinoamericanos en el rezo del domingo, minutos después de haber concluido la ceremonia de canonización de María Guadalupe García Zavala (1878-1963) y Laura Montoya y Upegui (1874-1949), fundadoras de las congregaciones de las Siervas de Santa Margarita y de los Pobres y de las Hermanas Misioneras de la Beata Virgen María Inmaculada, respectivamente.

La elevación de las dos latinoamericanas a los altares católicos fue anunciada desde el 11 de febrero por el entonces papa Benedicto XVI, quien ese día anunció su renuncia a partir del día 28 del mismo mes.

Además de las dos mujeres el papa argentino declaró santo al italiano Antonio Primaldo, zapatero decapitado por negarse a convertirse al islam durante una invasión árabe al sur de Italia, en 1480, donde fue asesinado junto con otras 800 personas.

Jorge Mario Bergoglio pidió además que se garantice la protección jurídica del embrión, de manera que se cuide al ser humano desde el primer instante de su existencia.