No podemos revertir lo sucedido en el sitio precolombino de Noh Mul, deploran funcionarios
Miércoles 15 de mayo de 2013, p. 4
Belmopan, 14 de mayo.
La pirámide maya Noh Mul, erigida hace más de dos mil 300 años en territorio de la actual Belice, fue destruida en gran parte por una empresa constructora que utilizó la grava para rellenar carreteras, denunciaron hoy fuentes oficiales.
No podemos salvar lo que ha sucedido aquí, es un enorme sentimiento de incredulidad por la ignorancia y la insensibilidad, estaban utilizando esto para llenar caminos, aseveraron al canal 7 de Noticias el director del Instituto de Arqueología de Belice, Jaime Awe, y el arqueólogo John Morris.
Los especialistas denunciaron que apenas una pequeña porción del centro del montículo piramidal quedó en pie, de los 30 metros de altura que tuvo en su momento.
El complejo Noh Mul se encuentra asentado en una propiedad privada, donde predominan los campos de caña de azúcar, detrás de la aldea de San Pablo, pero aún así la legislación beliceña establece que las ruinas prehispánicas se encuentran bajo la protección del gobierno.
Para los expertos no existía absolutamente ninguna manera de que los constructores desconocieran que se trataba de montículos mayas, por lo cual debían estar conscientes del valor del sitio.
Según trascendió, el nombre de la empresa es D-Mar Construction, propiedad del candidato a alcalde de Ciudad Belice, Denny Grijalva, quien declaró no saber nada sobre el proyecto.
Noh Mul, que en maya significa colina grande, fue un centro ceremonial cuya estructura era la más alta en Orange Walk, la cual mostró próspera ocupación en los periodos Preclásico tardío y Clásico tardío (350 aC-250 dC y 600 dC-900 dC, respectivamente).
Se registró por primera vez en 1897, por el médico y arqueólogo amateur irlandés Thomas Gann, quien describió la pirámide como un gran mirador.
En las excavaciones de sus túmulos funerarios fueron hallados objetos, como vasijas policromas, figurillas humanas, fragmentos de incensarios, huesos humanos, joyas de jade, conchas y artefactos de obsidiana y piedras, que en su mayoría se encuentran en el Museo Británico.