El cártel de Sinaloa permanece como la organización mexicana dedicada al tráfico de drogas más sólida, ya que sus competidores Los Zetas y las células de La familia michoacana han tenido que recurrir a otros delitos, como secuestro, extorsión, derecho de piso y tráfico de personas, para financiar sus actividades criminales, revelaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional.

Mientras el cártel de Juárez ha reorganizado su estructura, Los caballeros templarios y las diversas organizaciones que surgieron del cártel de los hermanos Beltrán Leyva han perdido territorios ante el cártel de Jalisco Nueva Generación, el cual está ahora bajo las órdenes de Sinaloa, señalaron las fuentes consultadas.

El gabinete de seguridad nacional ha elaborado varios diagnósticos de las organizaciones criminales y ha detectado que los cárteles de Juárez y Tijuana, encabezados por Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, y Enedina Arellano Félix, han sumado fuerzas para combatir las operaciones de Ismael El Mayo Zambada, quien además de formar parte del liderazgo del cártel de Sinaloa, al lado de Joaquín El Chapo Guzmán Loera y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, controla el tráfico de cocaína y la producción de drogas sintéticas en entidades de la zona del Pacífico mexicano.

En tanto, según los reportes de la Procuraduría General de la República (PGR), Los Zetas sufrieron varias escisiones y aunque mantienen presencia en más de 20 entidades federativas, operan como células independientes que realizan otras actividades criminales para pagar a sus integrantes.

Por ejemplo, las fuentes consultadas indicaron que la PGR tiene identificado a un hombre al que apodan El comandante Lobo, como encargado de las operaciones de Los Zetas en la zona de Chiapas, y con conexiones para recibir los cargamentos de cocaína procedentes de Centroamérica. En el Distrito Federal operan con Emilio Chamorro Almazán, El Chamorro, y en San Luis Potosí con Galdino Mellado Cruz, El Mellado, bajo la tutela de Miguel Ángel Treviño Morales, quien se convirtió en el principal líder de la organización, tras la presunta muerte de Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, en Coahuila, el año pasado.

Por lo que se refiere al cártel de los hermanos Beltrán Leyva, sus divisiones dieron origen a varias organizaciones criminales, entre ellas un agrupamiento identificado como cártel del Centro, el cual es dirigido por tres hombres en la zona norte del estado de México, de los cuales la PGR desconoce sus nombres, pero conoce sus apodos, El Víbora, El Alex y El Gallo, quienes controlan la distribución de droga hacia otras zonas de la entidad desde los municipios de Ecatepec, Naucalpan, Cuautitlán y Coacalco.

Los cárteles de Los Zetas, Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, La familia michoacana y Los caballeros templarios luchan por el control de los estados de Michoacán, Sinaloa, Colima, Nayarit y Jalisco, por ser las zonas más importantes para el procesamiento de drogas sintéticas, ya que la mayor parte de los cargamentos de precursores químicos se dirigen a esas entidades, y porque los envíos remitidos de Asia y Holanda llegan por vía marítima a dos de los puertos más importantes de México, Lázaro Cárdenas, en Michoacán, y Manzanillo, en Colima, refieren informes de la PGR.