La agencia de seguridad interna rusa frustra ataque en Moscú; un detenido
Centro de estudios que difunde encuesta desfavorable a Putin es calificada de agente extranjero
Martes 21 de mayo de 2013, p. 22
Moscú, 20 de mayo.
Los grupos islamitas radicales, según los primeros indicios, realizaron este lunes un doble atentado con bomba en Majachkala, capital de la república de Daguestán, vecina de Chechenia, en el Cáucaso del norte.
De acuerdo con los datos disponibles hasta ahora, murieron ocho personas y más de 30 resultaron heridas de gravedad.
Los artefactos de fabricación casera –colocados debajo de coches junto a la administración judicial de esa ciudad– estallaron con minutos de diferencia, dando la impresión de que el primero, que no causó víctimas, pudo ser una simple trampa.
Los expertos están convencidos de que se trata de una nueva táctica diferente a los ataques suicidas anteriores. En este caso, al ser explosiones activadas a distancia, la segunda ocurrió en el momento de mayor concentración de personas, tanto policías como curiosos, que acudieron a ver qué había ocurrido con el primer estallido, que desbarató el coche.
Nadie ha reivindicado el atentado, como suele suceder en los ataques de grupos islamitas radicales contra instituciones gubernamentales en esa región de Rusia.
Por otro lado, el FSB (seguridad interna) de Rusia dio a conocer hoy que tres ciudadanos rusos tenían como objetivo realizar un atentado en Moscú, y al intentar detenerlos en un edificio del distrito de Orejovo-Zuyevo abrieron fuego y, como resultado del enfrentamiento, dos murieron y uno, que resultó herido, está detenido
.
Como los presuntos atacantes llegaron de la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán, las autoridades no excluyen que guarden relación con los combatientes del movimiento islámico de Uzbekistán, activos en aquella región.
Se tiene información de que los tres recibieron preparación especial en Waziristán (región montañosa noroccidental de Pakistán, dominada por tribus pashtunes), que en estos momentos se está verificando, mientras continúa la búsqueda de posibles cómplices en Moscú y sus alrededores.
En otro orden de noticias, pero muy ilustrativo del quehacer político interno en Rusia, el Centro Levada comenzó a sufrir las consecuencias de haber difundido los resultados de una encuesta que apuntan una caída del índice de popularidad del presidente Vladimir Putin y, en consecuencia, el aumento del número de rusos, más de la mitad ya, que no quieren verlo entre los candidatos presidenciales en 2018.
Ahora resulta, para la procuraduría de Rusia, que este prestigiado centro de estudios sociológicos cumple funciones políticas en territorio ruso con financiamiento exterior
, lo cual lo convierte en agente extranjero
, etiqueta que coloca a los adversarios del Kremlin la polémica ley adoptada en noviembre anterior.
No importa que la suma atribuida a financiamiento foráneo –126 mil dólares, recibidos en forma de becas o pago por estudios encargados por universidades, medios de comunicación o consultoras– equivale a sólo entre 1.5 y 3 por ciento de los ingresos anuales del Centro Levada.
“Somos una institución sin ánimo de lucro, y colgarnos el sambenito de ‘agente extranjero’ puede alejar a las empresas rusas que financian las actividades de la organización, los proyectos humanitarios, la publicación de revistas y la celebración de conferencias”, afirma el director del Centro Levada, Liev Gudkov.