Dortmund, 22 de mayo.

El entrenador del Borussia Dortmund, Jurgen Klopp, tendrá que recurrir en la final de la Liga de Campeones el sábado contra el Bayern Munich a un planteo de emergencia, que le permita suplir la ausencia de Mario Götze, anunciada hoy por el club.

Un día después de que el joven astro interrumpiera su entrenamiento con un gesto de dolor, hoy un examen médico reveló que su lesión volvió a resentirse, por lo que no saldrá a jugar el gran partido ante el Bayern.

Me da una enorme tristeza no poder estar con el equipo, dijo un abatido Götze. La final era mi gran objetivo, y luché mucho por ella, se quejó el jugador, quien iniciará la próxima temporada justamente en el Bayern.

La lesión lo dejará sin su gran despedida del Dortmund en un escenario internacional. Y los fans tampoco podrán asistir al anunciado duelo entre futuros colegas del Bayern en Wembley.

Tengo plena confianza en el equipo y obviamente voy a viajar a Londres para ayudar a los chicos desde afuera, agregó Mario.

La pérdida del ídolo es un duro golpe para el Dortmund, y apenas conocida la noticia empezaron las discusiones sobre su remplazo. En respuesta a la marea especuladora, el entrenador Klopp cerró a las puertas a los medios.

El ídolo ausente no está sobrevaluado entre los rivales. Mario es un jugador muy importante para el Dortmund, pero la escuadra ya demostró que puede compensar las ausencias, dijo hoy en Munich el portero bávaro, Manuel Neuer.

Bayern era favorito al título antes de que la ausencia de Götze fuera un hecho, según una encuesta del instituto YouGov de Munich.

Por cierto, luego de las exitosas temporadas del Dortmund, varios equipos europeos han puesto la mira en las estrellas del conjunto alemán, como Götze. Ante esta situación el técnico Klopp indicó que todo el mundo quiere a los cracks del Borussia, pero esto no es un supermercado.

Confesó que al principio no supo cómo manejar la salida de Mario al Bayern. No creía que fuera a irse esta temporada. Fue un drama la manera de recibir la noticia. Como si me hubiesen pegado dos tiros al corazón. Fue una sensación muy confusa. No quería hablar con nadie. Acabé comprendiendo que Mario, lo que quería, era estar a las órdenes de Guardiola, indicó en una entrevista con el diario As.