El Museo de Arte Moderno (MAM) rinde homenaje a la amplia trayectoria y aportaciones del fotógrafo jalisciense Enrique Bostelmann (1939-2003), en vísperas de cumplirse una década de su fallecimiento, el 3 de diciembre.

De allí que Enrique Bostelmann: imagen, espacio inagotable, exposición retrospectiva de 80 imágenes, así como material documental, inaugurada el miércoles pasado, no sea cronológica, sino temática, expresaron sus curadoras, Eugenia Macías y Eva Peniche, quienes realizaron un proceso largo de revisión en el archivo que conserva su familia. La muestra abarca de finales de 1950 hasta su muerte.

Según su viuda, Yeyette Bostelmann, el archivo contiene más de 200 mil negativos, así como de 4 a 5 mil impresiones vintage. Aunque es resguardado con mucha limpieza en espacios en una casa normal, se busca una mejor protección, porque no tenemos las temperaturas requeridas, dijo Yeyette en entrevista. Incluso, la familia acaba de remitir una nueva solicitud al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes a fin de recibir financiamiento para continuar con un trabajo más sistematizado para la conservación, divulgación e investigación del archivo, apuntó Macías.

Bostelmann produjo una obra de gran versatilidad, de allí que la muestra incluye fotografías a color, en blanco y negro, secuencias de diversos formatos, experimentación con soportes y formas de impresión que lo distinguen quizás de otros colegas, apuntó Peniche.

Después de revisar diversas series y proyectos expositivos, las curadoras plantearon como eje temático central la capacidad que Bostelmann tenía para experimentar a partir del propio medio fotográfico y trascender, incluso, sus mismas limitaciones o características, mediante el uso de diversos soportes, colaboraciones con artistas dedicados a otras disciplinas como la escultura, la pintura, la arquitectura, y también de planteamientos conceptuales en los propios proyectos, por ejemplo, seguir rastros o huellas de intervención y transformación humana en los espacios que dan pie al primer eje temático: Paisaje del hombre.

Este núcleo inicial comprende varias fotos hechas durante una estancia de tres años en Alemania, tras recibir una beca en 1957. También comprende una serie emblemática con obras que forman parte de América: un viaje a través de la injusticia, libro publicado en 1970, prologado por Carlos Fuentes.

La ola es agua y también escultura, el segundo núcleo temático, está dedicado a la experimentación y a la diversificación expresiva de lo fotográfico en diversas series del autor.

¿Se puede hablar de mexicanidad en la obra de Bostelmann?

–Sí, pero con el acierto de que no es una mexicanidad sentimental, folclorista, ni exotizante, ni cargada de ideologías. Sino por medio de las propias herramientas del oficio fotográfico busca detonar cosas que estaban presentes en los entornos en términos de acciones de las personas, su relación con los espacios, su propia identidad en sus vestimentas, objetos, accesorios”, contestó Macías.