Mónaco, 26 de mayo.

El piloto alemán Nico Rosberg (Mercedes) ganó este domingo el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 tras arrancar en la pole position, y se impuso a los dos pilotos de Red Bull, su compatriota Sebastian Vettel y el australiano Mark Webber, mientras que el mexicano Sergio Pérez (McLaren, quien finalizó 16, por un problema con los frenos) se defendió de las críticas recibidas por una maniobra en la que impactó con el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus), por lo que también fue cuestionado por el español Fernando Alonso (Ferrari), tras considerar su manera de conducir como demasiado agresiva.

En mi opinión, Kimi no me dejó demasiado espacio cuando intenté adelantarlo, afirmó Checo Pérez en un comunicado de su escudería, donde agrega: No pude prever que tocaría a Kimi, cualquier maniobra en Mónaco es siempre arriesgada, apuntó, para explicar que dañó sus frenos en el impacto con el nórdico.

Sergio Pérez comenzó en la séptima plaza con la aspiración de terminar en la zona de puntuación, algo que finalmente no pudo conseguir, por lo que refirió: es especialmente frustrante tener que retirarte cuando has conducido rápido, más tan cerca del final. Estoy muy decepcionado por el equipo y por mí mismo, afirmó.

Fernando Alonso, quien terminó en el séptimo lugar, censuró a Pérez, ya que debió asumir una sanción que consideró injusta, al tener que cederle la posición al mexicano, quien ha jugado durante toda la carrera a saltarse la chicana de después de la salida del túnel, argumentó el ibérico.

Rosberg (2:17.52.56 horas) dominó durante las 72 vueltas del circuito urbano monegasco, el más corto, lento y sinuoso de la temporada. La carrera estuvo marcada por dos neutralizaciones y una interrupción, y resultó fatal para el brasileño Felipe Massa (Ferrari) y el venezolano Pastor Maldonado (Williams), quienes abandonaron tras sendos incidentes.

Nico Rosberg dio a su escudería una valiosa victoria ante los dos Red Bull, el del tricampeón del mundo Vettel, quien llegó a 3.888 segundos, y el del australiano Webber, vencedor el año pasado en Mónaco, que este domingo fue tercero a 6.314 centésimas.

El compañero de escudería de Rosberg, el británico Lewis Hamilton, salió a su lado en la parrilla de salida, pero se conformó en la meta con la cuarta plaza, tras ser adelantado por los Red Bull en la primera neutralización.

Kimi Raikkonen (Lotus) tuvo un choque con el mexicano Sergio Pérez (McLaren) al final de la carrera, cuando iba quinto, en tanto que el compatriota del Checo, Esteban Gutiérrez (Sauber), fue 13.

La primera neutralización se produjo entre las vueltas 31 y 38, tras una violenta salida de pista en la fatídica curva de Saint-Dévote del brasileño Felipe Massa (Ferrari), quien tuvo que abandonar. La segunda se produjo entre las vueltas 62 y 66, por un enganche entre Romain Grosjean (Lotus) y Daniel Ricciardo (Toro Rosso).

La carrera se vio además interrumpida durante media hora, en el giro 45, por una colisión entre el Marussia del británico Alex Chilton y el monoplaza Williams del venezolano Pastor Maldonado, quien también abandonó.

La victoria tiene un sabor especial para el alemán, que une su nombre en el palmarés de la prueba monegasca al de su padre Keke Rosberg, campeón del mundo en 1982 y victorioso en el Principado en 1983, hace justo 30 años.

Aunque su triunfo viene envuelto en polémica. Justo antes de la prueba, Red Bull presentó una reclamación contra Mercedes, que según el sitio web británico Autosport ensayó en secreto neumáticos Pirelli en Barcelona a mitad de mayo, con monoplazas de esta temporada, lo cual está prohibido, por lo que al terminar la carrera, los directivos de Mercedes y de Pirelli fueron convocados por los comisarios.