Al concluir el mitin en el Zócalo con el que se conmemoró el lunes pasado la represión contra estudiantes perpetrada el 10 de junio de 1971, un grupo de jóvenes de la UNAM y militantes de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) fue interceptado por granaderos a varias calles de la Plaza de la Constitución.

Al ser detenidos arbitrariamente, los estudiantes fueron golpeados. No se les informó la razón por la que se les privaba de la libertad. Hasta ayer continuaban 26 arrestados en la agencia 50 de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal como probables responsables de lesiones, ultrajes a la autoridad y ataques a la paz pública.

Lo anterior fue señalado por Sergio Méndez Moissen, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, doctorante en estudios latinoamericanos y miembro de la LTS, en un testimonio escrito entregado a este diario.

Afirma que aun cuando en varios trayectos de la marcha los contingentes fueron seguidos y hostigados por policías, la mayoría de los participantes, incluido su grupo, se limitó a lanzar consignas.

“Al terminar el mitin, 20 compañeros decidimos retirarnos por 20 de Noviembre rumbo al Metro Pino Suárez, pero a la altura de la calle Regina nos interceptaron más de 50 granaderos para abalanzarse sobre nosotros. Formamos una valla para protegernos pero la consigna era detenernos y golpearnos; algunos compañeros se replegaron a un centro comercial.

Resistimos las primeras embestidas hasta que capturaron a Alejandro Osorio, de la Preparatoria 2 e integrante de la Juventud Anticapitalista Socialista y Revolucionaria. En el esfuerzo por liberarlo, caí también detenido junto con Nancy Cornejo, de la organización Pan y Rosas; Jesús Pegueros y Édgar Gonzalo Arredondo, de la LTS, narra el académico de la UNAM.

Respaldo a estudiante

Por otra parte, el colegio académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (máximo órgano de decisión de esa casa de estudios) emitió un pronunciamiento en respaldo al alumno Juan Esteban Barrera Martínez, de la unidad Azcapotzalco, detenido por los mismos hechos.

En el documento se pide a las autoridades que actúen con respeto a la legalidad y los derechos fundamentales de manifestación, de protesta y del debido proceso.

A su vez, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad condenó las violaciones sistemáticas a los derechos humanos en el Distrito Federal, al señalar que desde hace varios meses hemos visto con preocupación la escalada de violencia que acontece en la ciudad de México. La reciente desaparición de 11 jóvenes del barrio de Tepito y de otros cinco en la colonia 18 de Marzo dan cuenta de ello. También nos alarma la política de represión y criminalización de la protesta social que ha venido aconteciendo en la capital.