En México, cuatro de cada 10 niñas y niños trabajan a causa de las condiciones de carencia y exclusión en que viven sus familias, y tres de cada 10 lo hace para poder estudiar y sufragar sus gastos, señaló Lorena Cruz, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

En ocasión del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, dijo que es necesario que las políticas gubernamentales tengan un enfoque de reducción de la pobreza y ampliación de la oferta de trabajo con empleos de calidad, ya que a falta de éstos, 10.5 por ciento de la población infantil en el país, de 5 a 17 años, realiza alguna actividad económica.

Los menores de edad que desempeñan actividades domésticas son particularmente vulnerables a la explotación laboral, pues realizan actividades ocultas en los hogares, donde pueden presentarse situaciones de abuso.

De acuerdo con cifras de ese organismo, del total de niños y adolescentes que trabajan (poco más de tres millones), 4.1 por ciento realiza actividades domésticas y aproximadamente en ocho de cada 10 casos son niñas.

Esto coincide con el estereotipo de asociar a las mujeres con el trabajo del hogar.

Cruz López consideró necesario hacer visible la situación de la población infantil migrante, y su situación de vulnerabilidad al trasladarse de un país a otro. Estos pequeños generalmente se convierten en víctimas de trabajo forzoso o de trata de personas.

Datos del Módulo de Trabajo Infantil, anexo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de 2011, indican que 3.1 por ciento de los niños y 2.2 por ciento de las niñas ocupadas combinan el trabajo con los quehaceres domésticos; 5.6 por ciento y 4 por ciento, respectivamente, combinan trabajo con quehaceres domésticos y estudio; 2.3 por ciento de niños y 5.8 por ciento de niñas sólo hacen quehaceres domésticos; 53.8 por ciento de niños y 63.3 por ciento de niñas hacen quehaceres domésticos y estudian.

Un dato alarmante es el hecho de que 36.8 por ciento de este grupo de población tiene una jornada de trabajo de 35 o más horas, lo cual pone en evidencia las limitantes para su desarrollo integral, no sólo para asistir a la escuela, sino también para el descanso y el esparcimiento, indicó.

La titular de Inmujeres señaló que para evitar que los menores de edad sean víctimas de trabajos forzados y explotación se requiere la colaboración del gobierno, empresarios y de la sociedad en su conjunto.