Horas antes del anuncio de ayer sobre la revocación del incremento a las tarifas del transporte en Río de Janeiro y Sao Paulo, el gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ordenó el envío de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública de Brasil (FNSP) a las ciudades de Fortaleza, Salvador, Belo Horizonte, el Distrito Federal (Brasilia) y Río de Janeiro, sedes de la Copa Confederaciones de futbol, que se juega actualmente.

El Ministerio de Justicia informó que los elementos de la FNSP reforzarán la seguridad en los partidos de la Copa Confederaciones y también en la Jornada Mundial de la Juventud, a celebrarse en julio en Río de Janeiro.

En Brasilia, la Fuerza Nacional fortalecerá la seguridad en los edificios de la administración pública, a pedido del gobernador Agnelo Queiroz, quien a su vez recibió un pedido de ayuda de las autoridades del Congreso Nacional, que la noche del lunes fue cercado por manifestantes.

Creada en 2006, la FNSP asume el papel de policía militar en disturbios sociales o situaciones excepcionales, cuando el orden público está amenazado, según el Ministerio de Justicia.