A poco más de un mes de ponerse en marcha el programa de Inmovilización de Microbuses, el Instituto de Verificación Administrativa (Invea-DF) suspendió mil unidades por un mes, por malas condiciones físicas en que se encontraban, y 107 se remitieron al corralón por carecer de autorización.

Hasta el momento se han revisado 4 mil 759 unidades del transporte público de pasajeros, equivalente a 24 por ciento del total del parque vehicular en circulación de 20 mil y uno de cada cinco han sido inmovilizados, en tanto corrigen las anomalías detectadas, indicó.

Un total de 807, precisó, subsanaron sus deficiencias y regresaron a la circulación para continuar con la prestación del servicio; mientras los vehículos que lo hacían sin contar con la autorización correspondiente se mantienen en los depósitos vehiculares.

El consejero presidente del Invea-DF, Meyer Klip, afirmó que “no vamos a bajar la guardia ni a relajar los operativos, por lo que continuaremos con la revisión física de las unidades” y aquellas que sus llantas, espejos, vidrios, asientos, pisos o luces estén mal, se les colocarán sellos de suspensión de actividades hasta por 30 días.

En los primero días de los operativos, cinco de cada diez unidades resultaban inmovilizadas, hoy es una de cada diez, lo cual significa que sus dueños o choferes se preocupan porque estén en mejores condiciones; y en caso de ser sancionados cuentan con ese lapso de tiempo para arreglarlas.

Después deberán solicitar al instituto un permiso para circular sin dar servicio al público y llevar el vehículo a una nueva revisión para constatar que cumplieron con las reparaciones y regresar a las calles a atender al público usuarios.

Mencionó que, quienes violen esta disposición, serán detenidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y puestos a disposición del Ministerio Público, pero no se ha dado en caso, pues el objetivo es garantizar que los vehículos estén en buenas condiciones para prestar el servicio.