Ambos legisladores dirimen sus diferencias en la Gaceta del Senado
Martes 25 de junio de 2013, p. 7
El presidente de la Cámara de Senadores, el panista Ernesto Cordero Arroyo, ordenó que en la Gaceta del Senado del pasado viernes se publicara el estatuto de la bancada blanquiazul con las reformas aprobadas por 23 de los 38 legisladores; ello incluía el acuerdo con rúbricas y el oficio de solicitud al órgano informativo.
Sin embargo ayer, en la edición vespertina de la Gaceta, el coordinador de la bancada panista, Jorge Luis Preciado, publicó tres oficios: en el primero, dirigido a Cordero, le subraya que al haber ordenado la publicación de las reformas ‘‘deja evidencia total de transgresión a los principios de imparcialidad y objetividad que señala el párrafo 2 del artículo 20 de la Ley Orgánica del Congreso General’’.
Preciado abunda que ‘‘el documento publicado no reúne los requisitos formales (de procedimiento) para que pueda considerarse existente, válido o eficaz; por ende, estos documentos son incapaces de producir los efectos jurídicos que persiguen’’.
Además, el coordinador panista le señala a Cordero: ‘‘Usted pasó por alto el reglamento del Senado, por lo cual le hago un extrañamiento (y lo llama) a conducirse con objetividad, imparcialidad y legalidad, y en el supuesto de tener interés directo en ese tipo de trámites, se excuse de conocer de los asuntos, ya que existe un claro conflicto de intereses por el cargo que ostenta como presidente de la mesa directiva, actividad que no puede ser sesgada con sus intereses como senador’’.
‘‘Deje de violentar las disposiciones legales’’
En la Gaceta que se hizo pública ayer por la tarde, Preciado pide a su correligionario “que se apegue a las disposiciones legales que rigen la vida parlamentaria y deje de violentar las disposiciones legales’’.
Asimismo, le solicita que ‘‘en casos futuros se exima de conocer de los asuntos que tengan conflicto de intereses entre la función como presidente de la mesa directiva del Senado y miembro de ese grupo parlamentario’’.
En respuesta, Cordero le comunicó a Preciado: ‘‘Del oficio que usted publicó en la Gaceta se desprende que está impugnando la validez del estatuto en mención. De ser así, lo invito a que haga lo conducente ante la instancia competente’’.
De igual forma, el ex secretario de Hacienda refirió: ‘‘En relación con la desobediencia a los artículos 74 y 75 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos –que usted traduce–, debe mencionarse que ésta es imposible, puesto que la presidencia (del Senado) no ha caído en ninguno de los supuestos a los que dicho artículo alude’’.
El presidente del Senado precisa que el artículo 74, numeral 1 refiere ‘‘que el coordinador del grupo parlamentario será su representante para todos los efectos, y en tal carácter promoverá los entendimientos necesarios para la elección de los integrantes de la mesa directiva y participará con voz y voto en la Junta de Coordinación Política; asimismo, ejercerá las prerrogativas y derechos que este ordenamiento otorga a los grupos parlamentarios’’.
El presidente del Senado precisa a Preciado: ‘‘De una inspección a los documentos no se advierte ningún comunicado de parte del coordinador de la bancada del PAN, usted, que señala modificaciones a la integración del grupo; tampoco se encontró ningún escrito en el que se niegue su carácter de coordinador o el ejercicio de sus prerrogativas y derechos’’.
‘‘Mi actividad no es sesgada’’
Sobre ‘‘la actividad sesgada, debo responder que esa afirmación no es precisa, ya que la presidencia de la mesa directiva no es un órgano que otorgue o niegue derechos a un coordinador o a un grupo parlamentario. Ésta no tiene la facultad para decidir la validez o invalidez de una reforma estatutaria. La facultad para negar la validez de la reforma de este tipo corresponde a otro órgano’’.
Por otra parte, el jurista Diego Valadés, entrevistado en el Senado tras concluir su participación en el foro sobre reforma política organizado por PRD y PAN, resaltó que el problema de la bancada blanquiazul “es interno, no es justiciable’’ y tiene que resolverse por acuerdo de ambas partes.