La disminución del sobrepeso y la obesidad en México bajaría la carga de enfermedad y sus complicaciones asociadas. Los ahorros económicos que obtendría el sector salud permitirían financiar y garantizar más alta calidad en los servicios médicos del Seguro Popular e, incluso, elevar la cobertura de padecimientos al mismo nivel de las instituciones de seguridad social, afirmó el investigador Juan Rivera Dommarco, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012 reportó que en 2008 los costos atribuidos al exceso de peso de las personas ascendieron a 42 mil millones de pesos, equivalentes a 13 por ciento del gasto total en salud, y que de mantenerse la tendencia de incremento, ese monto subiría a 101 mil millones de pesos en 2017, es decir, 101 por ciento más con respecto de 2008.

Entre los padecimientos más frecuentes, graves y de alto costo asociados al sobrepeso y obesidad están la diabetes y sus complicaciones: insuficiencia renal crónica, amputaciones y retinopatía diabética. Sólo para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la falla renal es una de las afecciones que representa mayor carga económica.

De hecho, es una de las seis enfermedades que el organismo incluyó en la propuesta que hasta el año pasado tenía para sujetarlas a una aportación extraordinaria del gobierno federal y como una alternativa para mejorar la situación financiera del IMSS.

El especialista planteó la necesidad de que en el Plan Nacional de Salud –que tentativamente se dará a conocer en septiembre– se incluyan estrategias multisectoriales que incidan en la promoción de la actividad física, una alimentación saludable y, como parte de esta última, el impulso a los productos de origen nacional y la disminución en el consumo de alimentos procesados. Todo encaminado a combatir el sobrepeso y la obesidad que están presentes en 70 por ciento de los adultos y 30 por ciento de los niños.

Rivera Dommarco fue moderador en el seminario Generación de evidencia para la formulación de políticas públicas contra la obesidad: el caso del impuesto a los refrescos, organizado por el INSP. Señaló la importancia de contar con acciones integrales a fin de lograr los ahorros mencionados.

El presupuesto del Seguro Popular es de más de 67 mil millones de pesos en este año, de acuerdo con información oficial, por lo que si se pudieran ahorrar los 101 mil millones que costará la atención de enfermedades derivadas del sobrepeso y obesidad en 2017, los recursos para ese esquema de aseguramiento se duplicarían.

De su lado, el director del INSP, Mauricio Hernández Ávila, expresó que esta problemática también es motivo de análisis en foros internacionales.

Mencionó que en la Reunión Americana de Cardiología, donde se presentaron los porcentajes de enfermedad cardiaca asociados al consumo de bebidas azucaradas, México quedó en el primer lugar. Y es que la ingesta de refrescos y jugos contribuye al incremento de peso y, por lo tanto, al desarrollo de males cardiovasculares. Eso está plenamente comprobado, subrayó.