Cara a cara, a milímetros de distancia. Si uno de los dos hubiera hecho una o con los labios se hubiera sellado un beso entre ambos. Los campeones mundiales invictos Saúl Canelo Álvarez y Floyd Money Mayweather una vez más cruzaron miradas, respiraron la exhalación del rival y durante 40 segundos se miraron sin parpadear, con el ceño fruncido.

Fue la conferencia de prensa efectuada en el Monumento a los Niños Héroes donde ambos púgiles se presentaron casi con tres horas de retraso. El estadunidense se llevó los silbidos y gritos de uuuleeero... uuuleeero, de cientos de aficionados. El de Jalisco: “Canneelooo... Cannneelooo”.

Con un estricto dispositivo de la policía capitalina se llevó a cabo la reunión de los monarcas que el 14 de septiembre, en Las Vegas, Nevada, se enfrentarán para demostrar quién es el mejor libra por libra.

Canelo apuntó que nació para ganar y que ni la diferencia de edades –tiene 19 años menos que su rival– ni la gran experiencia del estadunidense serán desventaja, porque en su mente sólo tiene el reto de lograr la mejor preparación de su carrera para ganar al rival más complicado que haya enfrentado.

Con lentes oscuros, que sólo se quitó para encarar a Money, Canelo insistió en que no busca tapar bocas ni acallar críticas, si no sólo demostrar que ya está la suficientemente maduro para enfrentar a quien sea y que en una fecha tan especial para México, regresará al país con la victoria, de lo que no tiene ni la menor duda de lograr.

Mayweather, quien se dedicaba a dar autógrafos como si estuviera solo en el lugar sin atender las palabras de su rival, fue categórico al responder una vez más –porque se lo han preguntado muchas veces–, que no le teme a nada ni a nadie, y que en esta ocasión el 14 de septiembre será como cualquier otro día, normal, ya que no piensa en perder, porque no va a ocurrir.

Recordó que tiene 20 años en el boxeo de paga y que no hay ninguna razón para pensar que sufrirá algún revés, aunque presentó sus respetos a Saúl y su equipo, incluido su promotor, el mexicoestadunidense Óscar de la Hoya, a quien venció por decisión en mayo de 2007.

Y justamente fue De la Hoya quien le aconseja ahora a Saúl que no se fije en lo que hizo bien durante la contienda ante Mayweather, sino en lo que dejé de hacer.

Y de paso revela una estrategia, al apuntar que si “hace boxear a Money por lo menos un minuto o minuto y medio en cada episodio desde el principio, lo va a cansar –porque Floyd sólo pelea un momento y así se lleva las contiendas– y para el sexto o séptimo ya lo tendrá agotado y eso puede hacer la diferencia para que salga con el puño en alto”, sentenció.