Santiago, 30 de junio.

En una jornada muy fría en algunas ciudades como esta, Chile tuvo su primera experiencia en elecciones primarias de cara a los comicios presidenciales de noviembre. Como se esperaba, la ex presidenta socialista Michelle Bachelet ganaba de manera sostenida.

Bachelet se imponía con 75.27 por ciento de los votos, seguida por el independiente Andrés Velasco (11.34), el demócrata-cristiano Claudio Orrego (8.30) y José Antonio Gómez, del Partido Radical Social Demócrata (5.07).

En el oficialismo el ex ministro Pablo Longueira tenía una ligera ventaja de 50.38 por ciento sobre su rival más cercano, Andrés Allamand, quien contabilizaba 49.61, computadas 9 mil 197 mesas de 13 mil 541, según datos del Servicio Electoral chileno.

El alto porcentaje de apoyo que recibió la ex mandataria, junto con una participación general que dobló la esperada, aumenta las probabilidades de que Bachelet se imponga en primera vuelta en los comicios del 17 de noviembre, algo que no ocurre hace dos décadas en Chile, de acuerdo con analistas.

En el oficialismo, en tanto, la pelea era voto por voto. Longueira, ex ministro de Economía y ultraconservador, se imponía por apenas 3 mil 626 sufragios al también ex ministro Andrés Allamand, quien se desempeñó en la cartera de Defensa durante el gobierno del derechista Sebastián Piñera.

Analistas habían pronosticado una estrecha votación en la alianza de derecha, con una ligera ventaja, no obstante, para Allamand, quien comenzó su campaña mucho antes que Longueira, quien se convirtió en candidato hace apenas dos meses.

Las elecciones primarias fueron promovidas por el gobierno de Piñera en un intento por democratizar el sistema político –poco representativo, el cual ha consolidado el bipartidismo–, basado en un sistema electoral confeccionado en los años de la dictadura (1973-1990).

En total fueron habilitadas 13 mil 541 mesas. Al cierre de esta edición, se estima que votó 15 por ciento del padrón. El Servicio Electoral puntualizó que el número de electores que sufragaron en las primarias de la oposición triplicó la cifra de los que expresaron su preferencia en los comicios del oficialismo.

La jornada culminó con mayor presencia de electores de lo pronosticado. En algunos casos, los ciudadanos debieron hacer largas filas para votar. Además de Santiago, La Serena, Ñuñoa, Concón, Providencia y San Pedro de la Paz, algunas localidades vivieron una particular concurrencia durante la jornada electoral.

Se reportaron algunos incidentes. Grupos de anarquistas se apostaron en varios liceos para cantar y gritar fundamentalmente en favor de Bachelet. El ex alcalde y coronel jubilado Cristian Labbé, quien llegó a sufragar en la elegante comuna de Providencia, fue repudiado de manera agresiva por algunas mujeres.

Las bajas temperaturas en la zona centro-sur del país –excepto en la costa– provocaron que la gente votara tarde, casi al cierre de las mesas, es decir, a las seis de la tarde.

En la sureña Temuco algunos locales de votación tuvieron que encender velas, debido al corte de luz, el cual afectó la zona durante horas.