San Cristóbal de las Casas, Chis. 30 de junio.

En solidaridad con la lucha de los ejidatarios de San Sebastián Bachajón, se realiza ahora, y hasta el martes próximo, una semana mundial en memoria del representante indígena Juan Vázquez Guzmán, asesinado en abril, y porque la lucha de Bachajón sigue.

En la capital de Nueva Zelanda, el Wellington Zapatista Group realizó una vigilia con velas y flores frente a la legación diplomática de México y entregó a la embajadora Rosaura Leonora Rueda Gutiérrez una petición al gobierno de Enrique Peña Nieto: que los asesinos de Guzmán comparezcan ante la justicia y se ponga fin a los abusos flagrantes de los derechos de las comunidades tzeltales de San Sebastián Bachajón, adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.

Colectivos de París y Toulouse, Francia, anunciaron su respaldo a la lucha del ejido contra el proyecto turístico de Agua Azul en su territorio y el despojo de sus propiedades. Denunciaron la violencia desplegada por grupos paramilitares coludidos con las autoridades.

Respecto de Juan, reconocieron que entregó su vida para la defensa de su territorio y que el suyo es claramente un asesinato político bajo el mando del mal gobierno. Sostuvieron que el crimen no parará la resistencia y determinación frente a la embestida del gobierno, títere de las transnacionales.

El viernes, los indígenas adherentes de la Sexta expresaron agradecimientos especiales para el Movimiento del Barrio de Nueva York, promotor de esta semana de protesta. Simultáneamente se celebraron actos solidarios en Colombia, Inglaterra (Dorset y Londres), Alemania (Berlín) y Estados Unidos, así como distintas partes de México (Puebla, Veracruz, Michoacán y Distrito Federal).

Los activistas neozelandeses dicen en su carta al gobierno mexicano: “Hemos seguido con preocupación las respuestas de los gobiernos federal, estatal y municipal (de Chilón) a la resistencia civil en defensa de sus tierras por los ejidatarios de San Sebastián.

Desde 2007 sufren violencia y represión en las manos del Partido Revolucionario Institucional y organizaciones paramilitares. Su resistencia a la desposesión de tierras tradicionalmente tzeltales para proyectos transnacionales, particularmente en el sitio de las cascadas de Agua Azul, los ha situado en la línea de fuego de quienes pretenden sus tierras con fines de lucro.

Los intentos concertados para disolver la comunidad y su resistencia comenzaron en 2009, con la detención de ocho ejidatarios y la agresión viciosa a su abogado en un puesto de control paramilitar. Dos años más tarde, 117 ejidatarios fueron aprehendidos por la policía durante un intento de desalojo en el peaje a la entrada a la zona de Agua Azul, y una decena de ellos permanecieron un tiempo presos sin fundamento.

La carta abunda: Represión y violencia han sido acompañados de abusos legales y judiciales, sentencias de la Corte, negación de derechos y arrestos y desalojos en 2011, propiciando la toma de control de las tierras, de propiedad colectiva, por las autoridades.

Los continuos asaltos a la autonomía de Bachajón culminaron la noche del 24 de abril de 2013 con el asesinato de Vázquez Guzmán en la puerta de su casa. Quien fuera secretario general de los tres centros poblacionales del ejido fue acribillado con seis balazos después de responder a su puerta, y nadie ha sido acusado.

Los solidarios neozelandeses demandan la protección de las tierras de propiedad colectiva de los indígenas, así como la investigación exhaustiva de la muerte de Vázquez Guzmán y la liberación de Antonio Estrada Estrada, preso en Playas de Catazajá, y Miguel Demeza Jiménez, recluido en El Amate, también adherentes de la Sexta en el ejido.