Guillermo es un niño que encuentra a la mascota más fantástica que pudiera imaginar: un nagual que juega a convertirse en muchos animales y es capaz de echar rayos y hacer temblar la tierra a voluntad.

Con esta propuesta escénica, Guillermo y el nagual, la compañía Figura-T, que dirige Emmanuel Márquez, rinde un homenaje al autor de la obra, Emilio Carballido, la cual realiza temporada sábados y domingos, a las 13 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

Se trata de una obra costumbrista, de lenguaje cotidiano y accesible, que con una exposición lineal y franca trae de vuelta a una de las criaturas mitológicas en el país, eje de bastantes leyendas desde la época prehispánica y de muchas más en el México colonial.

En palabras del director de Figura-T, la obra tras su estreno y tres temporadas, estaba condenada a desaparecer por ser una propuesta muy grande; conscientes de la importancia de atender al amplio público infantil, el Teatro de la Ciudad nos ha invitado una temporada para atender a los niños.

El montaje tiene como objetivo rescatar la mitología nacional y la música mexicana de los años 50 para hacerlas llegar a las nuevas generaciones de espectadores mediante una obra de gran formato.

Criatura polifacética

De acuerdo con Emmanuel Márquez, el nagual es un espíritu natural en algunas interpretaciones, una criatura de los bosques en otras, en algunas más es incluso un brujo humano que cambia de apariencia.

En la literatura hay naguales de todos tipos: agresivos, traviesos, jocosos y algunos incluso francamente terroríficos. Sin embargo, el nagual que Carballido tomó para la pieza se basa en varios relatos que escuchó en zonas indígenas de Michoacán.

Ambientado en un paisaje lleno de milpas, el relato describe cómo un niño encuentra una peculiar mascota en su camino a casa y ésta lo hará descubrir la importancia de la familia y los amigos en los momentos complicados de la vida. Guillermo aprende a enfocar las habilidades de su nagual para que todos lo puedan aprovechar.

Márquez explicó que la historia de la obra escrita en 1957 es sencilla: Es como la de E.T. El Extraterrestre, la misma que hemos visto miles de veces: el niño que sale a buscar una mascota y regresa con un monstruo que tiene capacidades insospechadas.

Lo novedoso para el director es que en el escenario los pequeños espectadores descubrirán un nagual y no al extraterrestre, lo que da una vuelta a toda la invasión de mitología extranjera actual y nos acerca a la mexicana, como la de esta figura que pasa de la época prehispánica hasta nuestros días.

Con más de 10 años de trayectoria Figura-T es una agrupación enfocada al público infantil y juvenil e incluye en su propuesta el manejo de títeres, música, danza y temas de actualidad. Para esta puesta en escena, los títeres tienen un concepto audaz. La idea fue crear muñecos que dieran la idea de que los niños los pueden hacer, con materiales reciclados que existen en cualquier casa: alambres, escobas y trapos.

En el montaje participan Juan Carrillo, Karina Miranda, Reiner López, Leticia Pedrajo, Alexis Braulio, Denis González, Carolina Pimentel, Paola Huitrón, Omar Esquinca y Carlos Galindo, quienes cada fin de semana invitan al público infantil a incursionar en un mundo fantástico.

Guillermo y el nagual terminará temporada el 28 de julio, con funciones sábados y domingos, a las 130 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico).