Hallan entierro prehispánico en la zona
Lunes 15 de julio de 2013, p. 42
La presión de la mancha urbana, expropiaciones, tiraderos clandestinos de basura y cascajo, desdoblamiento de familias y perforación de ojos de agua para la venta ilegal del líquido ha provocado la pérdida de mil 100 hectáreas de suelo de conservación en San Nicolás Totolapan, en Magdalena Contreras.
Tras anunciar el hallazgo de un entierro prehispánico por una guardiana del bosque
, Gerardo Camacho, secretario del comisariado ejidal, denunció la apropiación de cerca de 15 hectáreas, por la zona de Resumideros, por desarrolladores inmobiliarios y 40 familias, quienes lo están fraccionando.
El incremento del valor de la tierra ha provocado que la gente se aviente muchas broncas para posesionarse de estos lugares, lo cual está canijo, pero cuentan con el aval de la delegación, que ha autorizado la consolidación de asentamientos irregulares, donde viven varios funcionarios de las áreas de Ecología y Obras
, aseguró.
En los festejos del 478 aniversario del reconocimiento cristiano del pueblo, advirtió que existe el riesgo de construir en zonas donde se han encontrado algunas piezas prehispánicas, ante las presiones de los desarrolladores, sin considerar los riesgos ambientales, sociales y económicos que implica este crecimiento desordenado.
Hasta el momento, señaló, se tienen identificados alrededor de 20 asentamientos irregulares en parajes como El Zurco de Encino, Ixtlahualtongo, Tierra Colorada, Zacatón, Resumideros y Chichicaspa, pero “la invasión hormiga y especulación inmobiliaria es de todos los días, así como ocupar áreas con cascajo proveniente de la supervía”.
Por ello la necesidad de presentar la osamenta de una mujer de 35 años de edad junto con las cinco vasijas con que fue enterrada de manera aislada, a fin de llamar la atención del gobierno sobre la importancia de detener el fraccionamiento de la tierra, ante vestigios encontrados en diversos puntos del pueblo
.
Mencionó que el descubrimiento fue reportado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que la comunidad resguarde el esqueleto, malacate, metate y las vasijas, mientras el instituto se encarga de la restauración y documentación de los hallazgos que datan de hace 750 años, según el arqueólogo Samuel Hernández Hernández.