ConsuPactum est
¿Remediar? ¡Convalidar!
Benemérito de la mota
Políticos correlones
a función debe continuar. Un día después de que el priísta Fernando Castro Trenti hubo de aceptar públicamente el cumplimiento del guión concesionario establecido desde el principio del juego electoral de Baja California, los dirigentes de los dos principales partidos de oposición aparecieron en conferencia de prensa conjunta para dar lectura a los parlamentos de los actos que siguen en la tragicomedia del Pacto por México.
Gustavo Madero y Jesús Zambrano acabaron reconociendo y asentando el proceso comicial que antes del reparto de fichas, sobre todo la suerte mayor en juego, la de Baja California, les parecía de una monstruosidad criminal inaceptable. La podredumbre institucional, la sangre y el derroche de recursos que habían denunciado días atrás se convirtieron mágicamente en ingredientes de una sensata reflexión política que en todo caso se conformaría con la remediación
de lo sucedido, en una especie de sublimación del haiga sido como haiga sido
del calderonismo ya clásico en estos menesteres de pragmatismo de panza llena, que simplemente garantiza que en próximos comicios se practiquen desde el poder suertes similares de defraudación electoral en general (aunque sea con nuevas reglas; a fin de cuentas, las leyes nunca han ido por delante de la mapachería), previo reparto satisfactorio de cargos y plazas de compensación para los opositores
solidarios, los pactistas de la convalidación.
La aceptación del saldo regresivo pretende disfrazarse de virtud, según los dominicales rezos explicatorios de los beatos y mártires Gustavo y Chucho (tal es el orden de preponderancia política real en estos momentos, diluida ya la fuerza que al sol azteca proporcionaba su más reciente candidato presidencial, desgastados los directivos perredistas actuales por su colaboración abierta con Los Pinos). Dicho de otra manera: tan mal salieron las cosas, en general, que sería un gravísimo error no recoger las pocas canicas selectas que fueron ganadas en ese juego electoral tramposo, pues entonces se dejaría al grandote abusivo con un poder absoluto; mejor, en todo caso, aceptar las concesiones y seguir jugando con la esperanza de que cambien más delante las reglas y, luego, que las cumplan. Y así en círculo convenenciero presuntamente hasta la eternidad.
En el planteamiento justificatorio, la dupla MaZa plantea la necesidad de remediación
, que en realidad es solamente una treta dilatoria. Si los aliados opositores
no tuvieron fuerza para frenar y castigar los excesos del gobierno federal y el PRI antes de las elecciones, menos la tendrán ahora, ya a toro electoral pasado. Madero y Zambrano se conformaron con el engaño burdo de la renuncia del secretario de finanzas del gobierno de Veracruz y de algunos empleados de bajo nivel del aparato rosarista de reparto de bienes públicos a cambio de votos para el PRI, así que ahora con cualquier malabarismo menor podrán darse por satisfechos.
Otras de las condiciones
puestas por el sol azul para continuar en el Pacto por México son justamente lo que el peñismo desea: la continuidad de los procesos legislativos reformistas, en especial los relacionados con lo fiscal y lo energético (y el conejo de oportunidad en la chistera, lo electoral). Enorme audacia y gran logro histórico de los opositores
, al obligar al gobierno a hacer lo que él quiere, y apoyarlo enérgicamente en ese proceso, ¡faltaba más! Así queda confirmada la esencia del caracoleo electoral reciente (que en algunos espacios como éste fueron tempranamente advertidos y reiteradamente sostenidos): las urnas fueron supeditadas al interés mayor del sistema que es la conservación del Pacto por México como instrumento cupular de arreglos para repartir costos políticos negativos, dar imagen de unidad (aunque sea de membretes) y sacar adelante el negocio sexenal, el de los energéticos, y el rediseño fiscal que seguirá siendo dañino para las mayorías y benéfico para las élites. El propio Castro Trenti dijo que frenó su exigencia de recuento voto por voto en Baja California cuando fue enterado de que PAN y PRD amenazaban con retirarse del Pacto por México si se aplicaba en esa entidad el mecanismo electoral esclarecedor. ConsuPactum est.
Astillas
Metido ya de plano en los alucines, el ranchero con aspiraciones de sembrar mariguana (ahora por sí mismo), escuchó la pregunta del entrevistador Fernando del Collado: Ya en serio, don Vicente, ¿fue mejor presidente que quién y peor que cuál?
De inmediato (tan conocedor de la historia patria y sus detalles, y convencido de que su esposa se llama Martarita Mazahagún) respondió el director del Centro Chapox: Pues mira, me los llevo de calle a todos, incluido Juárez
(tocando su flauta de carrizo que en realidad es un churro vegetal fumable, esta columna revisionista considera que va siendo hora de pasar el referente histórico de San Pablo Guelatao a San Francisco del Rincón: http://bit.ly/12O3PqT)... Según el reporte oficial, Enrique Peña Nieto hizo este sábado 54 minutos con 8 segundos en los diez mil metros planos de una carrera organizada por el Estado Mayor Presidencial. Muy buen tiempo para su edad y ritmo de trabajo. Carlos Salinas de Gortari también corría. Ernesto Zedillo gustaba del ciclismo. A Felipe Calderón se le veía trotando y en bicicleta. Andrés Manuel López Obrador practica beisbol. Y Roberto Madrazo llegó a participar en casi 40 maratones, con resultados muy meritorios (en París, 3 horas y 38 minutos), aunque su historial quedó manchado por un incidente en Berlín, donde se le acusó en 2007 de tomar un atajo y fingir que llegaba a la meta habiendo cumplido todos los tramos. Al siguiente año, Madrazo terminó en regla esa carrera en la misma capital alemana, en 3 horas y 45 minutos. Sin embargo, muchos ciudadanos ven a los políticos más dispuestos a correr respecto a sus responsabilidades o en relación con persecuciones judiciales por acusaciones de corrupción. En eso pareciera que los altos personajes del poder son medallistas, tanto en pruebas de velocidad como de resistencia... ¡Hasta mañana!
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