La indolencia demostrada por la Cámara de Diputados para designar al consejero faltante del Instituto Federal Electoral (IFE) evidencia una crisis en el modelo de designación de funcionarios para la autoridad electoral, que se arrastra desde 2003, cuando los partidos cambiaron el concepto de imparcialidad para entenderla como una suma de parcialidades, sostuvo el ex consejero electoral Mauricio Merino, quien dijo que ‘‘cuando un órgano regulador es capturado por los entes regulados, se desnaturaliza su función’’.

Para la también ex consejera Lourdes López, el impasse en la designación del sucesor de Sergio García Ramírez sólo refleja que se ha perdido el proceso de ciudadanización del IFE, el cual se ha convertido en un objetivo de partidos políticos y sus cabezas visibles por anteponer sus intereses en la designación.

Es una partidización que comenzó a agudizarse desde que se removió al Consejo General que organizó las elecciones de 2006, porque el criterio utilizado para su desarticulación parcial y su renovación pretendió centralmente mantener a ‘‘operadores políticos’’ de los partidos, más que colocar a personalidades útiles a la institución.

‘‘Me parece que una alternativa a este modelo sólo podría insertarse en el contexto de un rediseño integral del IFE, porque la designación de sus integrantes no es lo único que está en entredicho’’, advirtió.

Ambos ex consejeros coincidieron en el agotamiento del modelo de designación. ‘‘Esta crisis se origina en 2003, cuando se concibe que la imparcialidad se deriva de la suma de parcialidades’’, subrayó Merino, lo que precipitó una crisis que llegó a su punto máximo ‘‘cuando se obligó al instituto a improvisar un sistema de designación de consejero presidente mediante un método que no estaba considerado en la Constitución’’.

Para Merino –consejero del IFE entre 1996 y 2003–, la imposibilidad de acuerdos actuales en la Cámara de Diputados es un capítulo más de una larga crisis que se arrastra desde hace 10 años. Un esquema que por cierto, dijo, ya no se circunscribe al instituto, sino a instituciones como el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), como otro órgano colegiado.