Canchas y corredores se saturan durante los tiempos de descanso de los reclusos
Al paso de los años, los comedores han sido acondicionados como nuevos dormitorios
Algunos en el vicio y otros en la música buscan alivio al encierro y el hacinamiento
Domingo 28 de julio de 2013, p. 31
La aglomeración de hombres vestidos de beige durante la formación evidencia el hacinamiento de las cárceles en la ciudad de México. En el Reclusorio Oriente están registrados 12 mil 528 internos, cifra mucho mayor a la capacidad con que fue construido en la década de los 70. A pesar de las adecuaciones que se han hecho para habilitar dormitorios, los espacios son insuficientes, admitieron autoridades del penal.
Desde el kilómetro
, como se conoce al corredor de ingreso al centro de reclusión, se tiene una vista general que confirma la saturación. Canchas, zonas comunes y espacios de entretenimiento están abarrotados durante el tiempo de descanso de los internos.
Sergio Corona, integrante de un grupo musical de reclusos, buscó que la vida en reclusión le fuera más llevadera
mediante la música sinaloense. Sin embargo, reconoce –con cinco años encarcelado– que el aumento de la población hace más difícil su estancia, por ello decidió generar por medio de su banda un espacio de tranquilidad en un encierro, que para muchos ya es insoportable.
Las estancias, donde hasta 17 personas comparten pequeños cuartos, no son las únicas áreas llenas, ahora también se saturan las zonas comunes, a pesar de que en años anteriores los comedores y otros espacios fueron habilitados como dormitorios. En la cárcel el que no trae lana, la vive mal
, comentó Juan Ávila, quien llegó hace nueve años al penal por el delito de secuestro.
Pese a su encierro ha conseguido buenas amigas
en el penal femenil de Santa Martha Acatitla por medio de mensajes que se mandan entre compañeros, es así como algunos internos logran concertar visitas íntimas con las reclusas, mediante citas a ciegas
, pero que también les cuestan.
Autoridades del Sistema Penitenciario reconocen la saturación en los penales, por lo cual señalaron que trabajan para que el gobierno federal se lleve a los internos que están en el ámbito de su competencia.
Mientras, los reclusos tienen que buscar una forma de sobrellevar sus penas. Algunos se hacen al vicio
, la mariguana, que pese a estar prohibida, es la de mayor consumo a todas horas del día, incluso cuando se hacen los recorrido de rutina se puede percibir el olor.
De acuerdo con los registros del Sistema Penitenciario el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente fue construido en 1976 en la delegación Iztapalapa. Al centro de reclusión fue canalizada parte de la población interna de Lecumberri y de reclusorios de Xochimilco, Álvaro Obregón y Coyoacán. Su capacidad entonces era para mil 500 internos, cifra que se modificó por las adecuaciones hasta un límite de poco más de 5 mil reclusos, cantidad que en la actualidad rebasa la capacidad del centro.