Domingo 4 de agosto de 2013, p. a14
París, 3 de agosto.
Pese a la crisis económica que impera en calles de varios países europeos, con España en su peor momento histórico, el mercado de pases de futbolistas vive apartado de la realidad, con cifras locas como los 100 millones de euros que Real Madrid ofrece al Tottenham por Gareth Bale.
De concretarse el traspaso del galés al cuadro merengue, Bale se convertiría en la operación más cara en la historia del balompié, dejando en segundo puesto el fichaje de Cristiano Ronaldo del Manchester United al conjunto blanco (94 millones en 2009).
El París Saint-Germain quebró el récord de pases de la liga francesa al pagar al Nápoles 64 millones de euros por la ficha del uruguayo Edinson Cavani, de los cuales el club italiano usó 40 millones para comprar al argentino Gonzalo Higuaín al presidente madrileño Florentino Pérez.
Por su lado, el ascendido Mónaco giró 60 millones al Atlético de Madrid por el colombiano Radamel Falcao, quien llega al principado acompañado de su compatriota James Rodríguez (45 millones de euros, al Porto).
El Mónaco ya lleva invertidos más de 140 millones de euros en esta ventana de contrataciones con la billetera del millonario ruso Dmitry Rybolovlev, quien redobló su apuesta tras llegar al club en diciembre de 2011, cuando estaba prácticamente quebrado.
Petrodólares fuertes
En esa línea, los parisinos, que ya llevan gastados más de 240 millones de euros en dos temporadas desde el aterrizaje de Qatar y de su presidente Nasser Al-Khelaifi, luego de atar al sueco Zlatan Ibrahimovic y al brasileño Thiago Silva el año pasado, se sienten fuertes con sus petrodólares.
Bayern Munich, ganador de la triple corona la temporada pasada, al conquistar la Champions, Bundesliga y la Copa, quitó a su archirrival Borussia Dortmund al volante Mario Gotze por 37 millones de euros, aunque también cumplió el deseo del nuevo entrenador Pep Guardiola, quien pidió únicamente al centrocampista Thiago Alcántara
, por quien pagó al Barça 25 millones de euros, según la prensa germana.
El Manchester City, otro de los frecuentes animadores de los mercados de fichajes desde la llegada del jeque Zayed Al Nahyan, que dejó en un segundo plano al millonario ruso Roman Abramovich, dueño del Chelsea, este verano se mostró más reservado al sacar un cheque de 40 millones de euros por el brasileño Fernandinho, del Shakhtar Donetsk ucraniano, y otro de 20 millones por el español Jesús Navas (Sevilla).