El académico y mago estadunidense Persi Diaconis dicta conferencia en el congreso de las Américas
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Washington. Un grupo de investigadores estadunidenses identificó la molécula causante del dolor y el color rojo vivo que adquiere la piel tras permanecer expuesta al Sol. El hallazgo podría suponer el primer paso para desarrollar una fórmula que consiga atenuar el efecto de las quemaduras producto de los rayos ultravioleta, según publica la revista médica Proceedings. Los científicos del proyecto, perteneciente a la Universidad de Duke, refieren que la denominada TRPV4 se encuentra en abundancia en la epidermis, la capa más superficial de la piel. Con el descubrimiento, los expertos pudieron explicar cómo el Sol daña la piel y elaboraron un compuesto farmacéutico que inhibe selectivamente la molécula. Según los especialistas, al producto le han añadido alcohol y glicerol, básicamente un desinfectante dermatológico. De momento, el compuesto sólo se ha probado en ratones y en muestras de piel humanas; sin embargo, los investigadores confían en proporcionar un nuevo tratamiento para evitar las quemaduras solares.