Viena, 8 de agosto.

La siembra de hoja de coca en Colombia, el mayor productor mundial de cocaína, cayó 25 por ciento en 2012 gracias a una campaña de erradicación del gobierno, según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés) difundido aquí este jueves.

El área sembrada con hoja de coca en el país sudamericano fue de 48 mil hectáreas al cierre de 2012, la más baja desde 2001, cuando se inició el monitoreo de cultivos ilícitos. En 2011 se sembraron 64 mil hectáreas.

Los datos son alentadores y reflejan el esfuerzo del gobierno de Colombia para reducir la producción de cocaína, dijo Bo Mathiasen, el representante en Colombia de la UNODC.

El programa sigue existiendo y para mantener la tendencia de la reducción lograda en 2012 es necesario mantener los esfuerzos, precisó Mathiasen en una conferencia de prensa en Bogotá.

Estos resultados se consideran un triunfo del Plan Colombia, concebido en 1999 en las administraciones del entonces presidente estadunidense Bill Clinton y su par colombiano, Andrés Pastrana. La controvertida iniciativa fue aprobada por Washington el 13 de julio de 2000, y entre ese año y 2005 Bogotá recibió 2 mil 800 millones de dólares que junto a la asistencia del Departamento de Defensa estadunidense ascendió a 4 mil 500 millones de dólares.

No hay cifras sobre la aportación estadunidense en los últimos ocho años al Plan Colombia, criticado severamente por organizaciones de derechos humanos.

En todo caso, el financiamiento y la asistencia de Estados Unidos a Colombia para combatir la producción y el traslado de drogas continúa hasta la fecha. El próximo lunes, el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, visitará Colombia y se espera que el financiamiento y el apoyo militar de Washington sea uno de los temas que abordará durante su estancia en el país sudamericano.

Por otra parte, un soldado ecuatoriano y cinco miembros de un grupo armado de Colombia, murieron durante un enfrentamiento en la frontera, lo que motivó un fuerte llamado de Quito a Bogotá para que refuerce el control militar. En la zona operan bandas armadas que surgieron tras la desmovilización de paramilitares de extrema derecha, además de contrabandistas de drogas, combustibles y armas y grupos guerrilleros.

Por último, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que llevan negociaciones de paz con el gobierno, pidieron la democratización de los medios de comunicación y participación social en la política de información del país como parte de sus demandas.