Integrantes de la organización Chogosteros en Acción solicitaron el cierre de la empresa García Munté, procesadora de coque (derivado del petróleo), tras el anuncio del hallazgo arqueológico en sus instalaciones en el sur de Veracruz; además, pidieron clarificar el destino de los vestigios encontrados allí, que incluyen una pirámide, y que sea declarada zona protegida.

En entrevista con La Jornada, Catalina Arias, antropóloga social y participante de la asociación veracruzana, expresó su solicitud al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al presidente de la República y a la Secretaría de Educación Pública de que declaren Jáltipan como zona arqueológica, porque está asentada sobre una importante área de vestigios, y está ubicado entre los sitios de La Venta, Tabasco, y Tres Zapotes, Veracruz.

La activista denunció que el hallazgo se inició a partir del 14 de febrero de este año y que el anuncio ocurrió seis meses después en una rueda de prensa, dejando de lado a la comunidad y su derecho a conocer su historia y lo que ocurría ahí.

En respuesta, el arqueólogo Alfredo Delgado, encargado por el INAH de las labores en Jáltipan, explicó en charla telefónica que su trabajo fue de rescate y de tiempo limitado por ser un espacio en el que se estaba construyendo, y que en la actualidad se encuentran en la etapa final del análisis de los objetos recuperados.

Sobre la pirámide descubierta, señaló que ésta ya tenía daños desde 1884 por el tendido de unas vías de ferrocarril, y que para protegerla de los deslaves y preservarla se le colocó una capa de sacrificio y se consolidó. Lamentó que por el momento no se puedan realizar más trabajos en ella, puesto que hay dos derechos de vía federales, de la Comisión Federal de Electricidad y del tren.

Arias afirmó que lo que pide la comunidad es tener derecho a esa zona arqueológica y defenderla, porque está siendo atentada y saqueada desde hace seis meses; es decir, no hay seguridad en el sitio; hay seguridad de la empresa, pero no de la zona arqueológica y ya hay alteraciones. Hay testimonios y videos que hablan de trabajadores que cuentan con piezas arqueológicas en sus casas.

El pasado 10 de julio, el INAH informó del hallazgo de un asentamiento que podría tener hasta 2 mil años de antigüedad e incluye una estructura piramidal de 12 metros de altura, 60 de largo y 25 de ancho. Se trata, se dijo, de la primera vez que se encuentran estructuras de piedra de este tipo en la zona.

La institución difundió que realizó el rescate de 30 entierros prehispánicos, acompañados de ofrendas, vasijas y una gran cantidad de restos animales y fósiles prehistóricos. También se recuperaron cuentas de jade, espejos y figurillas de origen teotihuacano, maya, nahua y popoluca, del sitio que pudo haber sido ocupado desde principios de la era cristiana hasta 700 dC.

Delgado informó entonces que tras el rescate se liberó el lomerío para que se terminara la construcción de bodegas de coque, pero el sitio donde se ubican la pirámide y unos talleres de ladrillo se protegió y será un área de reserva dentro de la nueva planta de coque.