Es el tercer gran banco que baja el pronóstico; lo ubica en 2.3%
Sábado 17 de agosto de 2013, p. 20
El Grupo Financiero Santander, el tercero más importante del país, redujo este viernes de 2.6 a 2.3 por ciento su previsión de crecimiento de la economía mexicana en 2013, al anticipar que la recuperación del gasto público en el segundo semestre de este año tendrá un impulso menor
a lo esperado inicialmente.
La economía crecerá menos de lo previsto en 2013
, expuso Santander, el tercero de los grandes grupos financieros del país que en las últimas dos semanas redujo su previsión de crecimiento, como ya lo hizo el Banco de México.
Para la segunda mitad del año, apuntó, se observará una mejora moderada en las cifras de actividad económica, como consecuencia de un mejor desempeño de la economía de Estados Unidos –de la cual la mexicana es altamente dependiente– y en lo interno una recuperación del gasto del sector público y menores presiones inflacionarias que favorecerían el gasto de los consumidores.
Sin embargo, el impulso generado por la recuperación en Estados Unidos e internamente por el gasto público y reducción de las presiones inflacionarias será menor a lo esperado previamente
, aseguró Santander.
Considerando también que los resultados de la producción industrial y otros indicadores han sido más débiles de lo esperado en la primera mitad del año, decidimos reducir nuestro estimado de crecimiento para la economía este año
, refirió.
El miércoles de la semana pasada, el Banco de México redujo a un rango de entre 2 y 3 por ciento
su previsión de crecimiento de la economía este año; un día después, BBVA Bancomer, el mayor grupo financiero del país, lo ajustó de 3.1 a 2.7 por ciento. El martes de esta semana, Banamex, el segundo controlador de entidades financieras, disminuyó su previsión de 2.7 a 2 por ciento.
La Secretaría de Hacienda mantiene su previsión de crecimiento de la economía en 3.1 por ciento.
Santander mencionó este viernes que mantiene sin cambio su previsión de crecimiento para 2014, la que ubica en 3.80 por ciento, bajo el supuesto de que se hará efectivo un mejor desempeño de la economía estadunidense, así como una mejoría en el ambiente de negocios en México una vez que estimamos serán aprobadas las reformas estructurales en el sector energía y en materia hacendaria. A ello se sumarán los efectos positivos de los cambios ya aprobados en el sector laboral, la competencia económica y el sector de las telecomunicaciones
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