La desoladora y cruda historia de un hombre que pasa una vida estéril en el almacén vacío donde ha trabajado durante 29 años, se modifica –de manera imprevista– a su avanzada edad y casi a punto de jubilarse, tras la llegada del joven y nuevo empleado.

Este es el hilo conductor de la puesta en escena Almacenados, de David Desola, donde el primer actor Héctor Bonilla comparte escenario con su hijo Sergio y, ambos, son dirigidos por Fernando, su otro vástago.

Así, los tres Bonilla presentarán una corta temporada de Almacenados en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, luego de regresar del Festival de Teatro de Manizales, con cuatro únicas funciones los martes 10, 17 y 24 de septiembre y el 1 de octubre, a las 20:30 horas.

Divertir y mover a la reflexión

La obra, señaló Fernando Bonilla, quien encabeza la compañía Puño de Tierra, nos dará para muchos años más, porque es un proyecto que tiene muchas lecturas y de manera paralela divierte a las personas que asisten a verla y las mueve a la reflexión.

En la historia, explicó el director, aparece un tipo que ofrendó su vida a una absurda e inexistente empresa, trabajo al cual nunca llegó tarde, pero desperdició su vida laboral y su vida en profundidad por un objetivo estéril.

Entonces, prosiguió, llega este joven y revoluciona la cabeza del veterano y es con este proceso, cuando el hombre termina por asumir una conciencia de clase, obrera y colectiva.

Incluso “deja de ver al nuevo empleado como el enemigo, porque en realidad el enemigo es el patrón y este aparato que en Almacenados es una empresa fantasma que construye mástiles y astas”.

Sin duda, retomó Héctor Bonilla, es un obra afortunada que de alguna manera juega en nuestro favor y más si se toma en cuenta el parecido entre Sergio y yo; el del joven y el viejo.

El señor Lino, detalló el reconocido actor, tiene la convicción de que cumple con su deber, es decir, nunca llegó tarde, tampoco faltó, se levantó a la hora que tenía que hacerlo y desayunó cuando debía hacerlo y así cumplió durante 29 años con esa tarea porque tenía la conciencia tranquila hasta que lo revolucionan las ideas del joven que llega a sucederlo y se enfrenta al horror de todo lo que pasaba.

Para Sergio, la obra presenta una lectura universal y, además “comprueba que cada vez que la montamos funciona, porque Almacenados es una puesta en escena bien escrita y los personajes están bien parados, lo cual se observa con el joven, el cual a pesar de su conciencia está atrapado en esta sociedad que se convierte en una especie de bola de nieve”.

Relaciones volátiles

Almacenados, producida por Puño de Tierra, recrea una historia que oscila entre la farsa, la tragedia y una dosis permanente de comedia, que a su vez dan lugar a una serie de cuestionamientos de la vida cotidiana en la actualidad.

En la obra se recrean cinco días durante los cuales se aprecia de qué forma se entretejen las volátiles relaciones de autoridad en un centro de trabajo y esa área laboral se convierte en un campo de batalla.

Mientras Nin (el joven personaje) rompe la monotonía e inventa historias de su pasado, el señor Lino cuestiona el nombre de su remplazo. En ese lapso la burocracia es descubierta pervesamente a través de la mirada de ambos hombres, que en este desnudo almacén revelan sus secretos, anhelos y la resignación que les causa estar en ese lugar.

Cuestionado sobre la labor de los creadores escénicos y los obstáculos que enfrentan para hacerlo, Fernando Bonilla, manifestó que se debe ir a contracorriente y consideró esta disciplina como una herramienta de labor social a través del arte.

El teatro debe servir para contrarrestar la dictadura de la estupidez en que vivimos y, creo, que un fenómeno tan íntimo como asistir a una representación teatral viva, irrepetible y éfimera marca de alguna forma especial a los espectadores y es por esta razón que trabajamos con proyectos para estimular la conciencia y para que el público no salga como llegó.

Respecto de la aceptación que Almacenados ha tenido en las diversas temporadas que desarrolla desde 2006, Héctor Bonilla puntualizó: La universalidad que logre tener una obra depende desde su nacimiento en la cantidad de espectadores que reúne, lo cual ha sido el caso de esta propositiva puesta en escena.

El montaje se presentará los martes 10, 17 y 24 de septiembre y el 1º de octubre, a las 20:30 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (calle Donceles 36, Centro Histórico, a dos cuadras de la estación Allende del Sistema Colectivo Metro, línea 2.