Economía
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Surgidas hace casi medio siglo, su objetivo es fomentar el ahorro, destaca ProDesarrollo

Microfinancieras, única opción para los pobres, porque los bancos no les prestan

En los últimos cinco años crecieron 30 por ciento; mujeres, principales clientes del sector

 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de agosto de 2013, p. 22

De surgir hace casi medio siglo hasta en sótanos de iglesias y operar mediante préstamos en especie (como gallinas) para atender a las personas de escasos recursos, que nunca han sido sujetas de crédito de los bancos, las microfinancieras crecieron 30 por ciento en el último quinquenio y prevén mantener un ritmo de crecimiento de 20 por ciento en los próximos años, aseveró en entrevista Francisco Perales Garza, presidente de ProDesarrollo, asociación que aglutina a 85 de los más de 200 organismos de este tipo en el país.

A la fecha, ese sector está conformado por varias figuras jurídicas, que van desde asociaciones civiles, cooperativas y uniones de crédito hasta las sociedades financieras de objeto múltiple no reguladas (sofomes ENR), sociedades financieras populares (sofipos) y sociedades financieras comunitarias (soficos), que otorgan créditos por 5 mil 500 pesos en promedio y 90 por ciento de sus acreditados son mujeres.

En este año, el sector prevé cerrar con 67 sofipos, número que supera los 47 bancos que operan actualmente en el país, según Armando Sánchez Porras, presidente de la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras Populares (Amsofipo), mientras Perales Garza refirió que en ProDesarrollo, que afilia todos los tipos de microfinancieras, se duplicó el número de asociadas entre 2007 y 2013, al pasar de 40 a 85.

La expansión de las microfinancieras en los próximos años puede darse de la misma manera que surgió el sector, es decir, de la necesidad de la gente, dijo Perales Garza, pero también de que éstas se regularicen y así puedan diversificar y ampliar los productos y servicios que hasta ahora tienen prohibido ofrecer a la población, ponderaron otros empresarios.

Con la regulación tenemos la posibilidad de captar un fondeo natural del público; esa es la corona del rey, porque con ella podemos obtener un sinfín de productos, como tarjetas, sistemas de pago, distribución de servicios y fianzas, o la administración de fondos para el retiro. Con todas estas facultades transitaremos a todos los productos que ofrece un banco, porque una sofipo es un banco pequeño, según expuso Sánchez Porras en el 12 Encuentro Nacional de Microfinanzas, el cual concluyó el viernes.

Más que esos servicios o el crédito que genera actividad productiva, Perales Garza destacó que la importancia de las microfinanzas es fomentar el ahorro entre la población, la mitad de la cual carece de servicios financieros porque para la banca comercial no es rentable ese sector.

Creo que con los ahorros podemos romper el círculo de pobreza, porque de ese modo las familias elevan su calidad de vida y pueden dar educación a sus hijos. Sí hay urgencia por la inclusión financiera, pero no estoy muy seguro de si el gobierno lo percibe así. Como que no tienen prisa, porque cada vez hay más pobres y la banca tradicional no los incluye; por eso estamos nosotros aquí, pero el día en que se decidiera a integrarlos muchos de nosotros podríamos desaparecer. Pero eso no se ha vislumbrado en 100 años ni aquí ni en países desarrollados. En ProDesarrollo atendemos más de 4 millones de créditos, puntualizó.

Los micropréstamos han ayudado a combatir la pobreza no sólo en las familias de las mujeres que los reciben y que los destinan a actividades productivas, sino también de sus comunidades, ya que elevan su autoestima, se empoderan, aprenden a exigir sus derechos y amplían sus posibilidades de desarrollo económico, educativo y de salud, según las conclusiones del taller La voz de las acreditadas, que el Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim) realizó este viernes como parte de su foro.

No obstante, operadores, funcionarios y microempresarios que participaron en dicho foro alertaron que la función social de las microfinancieras ha sido desplazada en muchos casos por el espíritu mercantilista, y hay una competencia voraz y depredadora que ha propiciado el sobrendeudamiento.

“Los operadores de créditos creemos que en comparación con los inicios (de las microfinancieras), se ha generado una decadencia, porque antes todo era sentido social para ayudar a mejorar la economía de la gente y la del país, pero después dio un giro lucrativo y muchos se enfocaron sólo en esto y olvidaron lo social.

Los operadores pensamos que es importante volver a la finalidad original de las microfinanzas, creemos importante que todos los empresarios y directivos volvamos a su sentido social, puntualizó Itzel Cabrera en las conclusiones de otro de los talleres.

Cuestionado al respecto, el presidente de ProDesarrollo respondió que priorizar la ganancia no está mal; debemos ser sustentables, si no no sale. El nuestro es un modelo entre social y de rentabilidad, porque si no es rentable no crecemos y si no hay subsidio nos morimos, y eso no ayuda a nadie, pero reconoció que ha habido excesos en el sector que han derivado en que la población se endeude.