La vestimenta de los mozos fue sustituida por trajes de Superman
Se realizaron en Virginia y continuarán en otros estados de ese país
Lunes 26 de agosto de 2013, p. a15
Virginia, 25 de agosto.
¡Hola sanfermines! ¡Hola Texas! Hola... ¿Halloween? Más de cuatro mil personas participaron el pasado sábado en las afueras de Petersburg, Virginia, en la primera carrera con toros de Estados Unidos, inspirada en la famosa fiesta de Pamplona, pero aderezada con toques locales de rodeo y hasta disfraces a lo largo de un día de fiesta y adrenalina.
¡Somos los primeros de los primeros en América!
, celebraba Patrick Murphy, al participar con su esposa, Laura.
La dosis de adrenalina fue corta pero intensa, durante unos segundos, cuando todo el mundo corría y los toros pasaban rápido a nuestro lado
, relató una de las participantes.
Fue algo genial y escalofriante al mismo tiempo
, coincidió una estudiante universitaria de Norfolk que corrió algo más tarde.
En grupos de 500 personas, los participantes se enfrentaron a la docena de toros de rodeo llevados de Kentucky para este primer acto del país, al que le seguirán una decena más en todo Estados Unidos en los próximos meses.
Protestas
Sin embargo, los primeros sanfermines en Estados Unidos no hizo gracia a todos.
Los más de 12 mil participantes y espectadores que se acercaron al circuito de carreras en las afueras de Petersburg, Virginia, fueron recibidos a la entrada por una docena de manifestantes que pedían reflexionar
sobre lo que consideran una fiesta bárbara con pancartas como Para los toros, tu carrera no es divertida
.
Somos conscientes de que a esos toros no los van a matar, pero nos preocupa que un acto de estos tenga lugar en Estados Unidos
, dijo William Lowrey, de la asociación local Amigos de los Animales de Richmond, organizadora de la protesta.
Como sociedad, hemos hecho muchos logros en lo que se refiere a reconocer cómo sufren los animales, cómo debemos tratarlos e interactuar con ellos, y algo como esto supone una bofetada a todos esos avances, nos da un paso atrás
, señaló.
Además, consideró, actividades como estas suponen un peligroso precedente.
Sin embargo, el acto siguió su curso y una vez dadas las instrucciones –largas y precisas, con especial énfasis en no provocar a los toros– y colocados los corredores en la pista, sonó el aviso y dos vaqueros soltaron a la docena de toros, que corrió rauda hacia los participantes que los esperan. Ahí acaban las similitudes con los sanfermines. El circuito no tiene lugar en calles sinuosas, sino en una pista recta de tierra de poco más de 400 metros, delimitada por vallas fáciles de escalar para aquellos que sientan que los toros se acercan demasiado. Dos vaqueros a caballo y con los famosos lazos de cowboy listos acompañan a los toros en caso de que alguno se pusiera demasiado inquieto o violento, puesto que, pese a las fuertes medidas de seguridad, nadie se engaña de que una carrera así entraña riesgos.
“Si no fuera peligroso, nadie querría participar, no hay ningún acto famoso que se llame ‘caminar por la acera’”, dijo el organizador de La gran carrera de toros, Rob Dickens.
Con todo, en esta primera jornada, el parte médico acumulaba apenas algunos lesionados por golpes o caídas. Muchos de los miles de corredores imitaron la vestimenta de los corredores de Pamplona, que los organizadores aconsejaban (el pañuelo rojo forma parte del kit que se recibe con la entrada de entre 50 y 75 dólares).
Pero la mayoría optó por ropa deportiva y muchos también por trajes de superhéroes más locales, con una clara ventaja de Superman –capa incluida– y Batman.