El Senado elegirá hoy a su nueva mesa directiva, que será presidida por el priísta Raúl Cervantes, quien tomará el lugar de Ernesto Cordero, el panista que ayer al rendir su informe de labores demandó que esa cámara mantenga la dignidad republicana con que ha actuado.

Corderó se despidió del cargo con un discurso en la vieja sede de Xicoténcatl, en el que demandó diálogo directo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, porque se trata, explicó, de un diálogo entre iguales, de representantes populares electos en procesos democráticos.

Un diálogo, insistió, fundamental en momentos en que se deben aprobar grandes reformas, como la energética.

Durante su gestión como presidente del Senado fue crítico con el Pacto por México y ayer frente a los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray, y de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, recalcó que procesar leyes de forma apresurada y sin el acuerdo colectivo no da resultados positivos.

A la ceremonia asistieron funcionarios, magistrados, legisladores, dirigentes de Acción Nacional, como la secretaria general, Cecilia Romero, y ex compañeros de Cordero en el gabinete de Felipe Calderón, entre ellos Luis H. Álvarez y Daniel Karam.

El panista mostró poder de convocatoria, ya que a su informe asistieron también el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, el titular del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Alejandro Luna Ramos, y los presidentes del Instituto Federal Electoral (IFE) y del Instituto Federal de Acceso a la Información (Ifai), Leonardo Valdés y Gerardo Laveaga, respectivamente.

Asimismo, reunió a los coordinadores del PRI, Emilio Gamboa; del PRD, Miguel Barbosa, y hasta al panista Jorge Luis Preciado, quien ocupó su lugar al frente de la bancada del PAN, cuando el dirigente Gustavo Madero lo destituyó.

Romero se apresuró a decir que el propio Madero le recomendó de manera especial que lo representara, ya que él está de vacaciones. Preciado, en tanto, hasta lo abrazó, antes de posar para camarógrafos y fotógrafos, con su nudo especial de corbata.

Al final, Cordero dijo que deja la presidencia del Senado, pero va por la dirigencia del PAN, anhelo para el que en esa misma ceremonia le refrendó su apoyo César Nava.

En tanto, la fracción del PRI –a la que toca presidir el Senado– finalmente y con el aval del presidente Enrique Peña Nieto decidió que el encargo recaerá en Raúl Cervantes Andrade, jurista que ha sido dos veces diputado y se desempeñó como abogado general del tricolor.

Los priístas optaron por Cervantes Andrade –por encima del otro candidato, el senador Ernesto Gándara– y lo propondrán hoy ante el pleno.

Hasta anoche faltaba aún por definir una de las tres vicepresidencias, la que corresponde al PAN, toda vez que el coordinador Preciado pretende que no repita el senador José Rosas Aispuro, a quien ubica en el grupo de legisladores afines a Ernesto Cordero.