Luis Rivera quiere comerse el mundo con las tres medallas –que hacen historia– obtenidas en salto de longitud. Son las primeras para México y, como dice el sonorense, la vida está hecha de momentos y no quiere pasar por alto el respaldo que tiene de las autoridades para convertirse en un baluarte de las nuevas generaciones.

Mostrando orgulloso la presea de bronce que conquistó en el Mundial de Atletismo en Moscú, en la conferencia de prensa que ofreció ayer antes de viajar a Monterrey, dijo que sin duda ese era el logro más importante de su carrera, porque enfrentó a los mejores, sin demeritar su título de campeón universitario ni el tercer lugar en la Liga de Diamante de Zurich.

Evocó el gran momento en la capital rusa, porque llegaba con la mejor marca de 8.46 metros y estaba en la mira, ya que lo consideraban favorito para estar en la pelea de medallas y cumplió con la mejor temporada de mi vida, la cual visualizó varias veces con su entrenador Francisco Olivares.

Éste mencionó que lo importante es cuidar la salud de su pupilo –lesionado de una rodilla–, para que participe en las competencias más importantes del próximo año, como la Liga de Diamante, el Mundial bajo techo y los Centroamericanos de Veracruz.

No quiero ser un atleta del montón, señaló el saltador de Agua Prieta, con la mira puesta en los Juegos Olímpicos de Río 2016, pues su mayor anhelo no sólo es lo deportivo, sino también trabajar para dejar una semilla, para que niños y jóvenes entiendan que somos una nueva generación, y dijo trabajar en coordinación con la federación del ramo y patrocinadores, con el fin de crear una fundación y hacer varias peticiones a “Toñito (Lozano) y (Jesús) Mena”.

Se le recordó que eso pasó con la euforia de sus paisanos Ana Guevara y Alejandro Cárdenas, quienes buscando el apoyo para que se aprovechara el momento de la velocidad descuidaron los entrenamientos y no se hizo nada.

Rivera se prepara para las competencias del próximo añoFoto Conade

Serio, el saltador, respondió: “Para mí no es una presión, es una motivación poder decirlo a las autoridades. Creo que en México necesitamos esto y al menos cumplo como ciudadano. Mientras esté equilibrado. Tengo una esposa, estudio un doctorado, cuento con amigos.

La vida es como un pastel y cada aspecto es una rebanada. Que vaya a haber un cambio no depende de mí, yo no estoy parado de manos, quiero ser una motivación para los jóvenes, añadió.

En su oportunidad se preguntó a Lozano si no era contradictorio que el mejor saltador de México en el ámbito mundial estuviera en el Centro Nacional de Desarrollo Deportivo y Alto Rendimiento (CNAR), donde le fueron cerradas las puertas a varios talentos y entrenadores de la especialidad, a lo que el responsable del atletismo nacional dijo que eso lo explicaría en otro momento porque no tenía tiempo.

Así entre la nube de reporteros, Luis Rivera, quien de niño quería ser futbolista y era aficionado del América no logró concretar su sueño por una lesión.

Con sus tres hermanos llegó al atletismo para debutar en la Olimpiada Nacional, donde recibió la oportunidad de ganarse una beca e ir a Estados Unidos para cumplir su sueño logrando el gran salto de 8.46 metros que lo ubicó como el mejor del mundo y que lo mejoró el ruso y campeón del orbe Aleksandr Menkov (8.56).

Aquí no hay un Carl Lewis ni un Bob Beamon, tú te puedes llevar una medalla. El nivel es parejo y a seguir haciendo historia, fueron las palabras que recordó ayer su entrenador para el posible ganador del Premio Nacional de Deportes 2013.