Las primeras alertas se emitieron el sábado 14, y el 15 no había reportes de evacuación
Subestimaronautoridades efectos de la tormenta tropical, consideran especialistas
Los festejos patrios, factor distractor que redundó en deficiente acción para proteger a la población
Miércoles 18 de septiembre de 2013, p. 5
A pesar de que el desastre en Guerrero a causa de la tormenta tropical Manuel es multifactorial, especialistas señalan que hubo aplicación insuficiente
de medidas preventivas para cuidar a la población.
De acuerdo con fuentes de las fuerzas armadas y expertos en materia de protección civil, las autoridades subestimaron los efectos de una tormenta tropical
y, con ese antecedente, sobrevino la falta de coordinación
.
La Secretaría de Gobernación confirmó ayer (boletín 265/2013) que 56 municipios de Guerrero recibirán recursos para la atención de los daños sufridos por la lluvia severa del 14 de septiembre
, aunque varios secretarios de Estado fueron enviados a atender la emergencia la noche del domingo 15.
El sábado 14, el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, emitió la primera alerta pública (a través de Twitter): “Precaución estados (Guerrero, Chiapas, Oaxaca) que tendrán lluvias torrenciales (150 mm) por tormenta tropical Manuel”. La mayor parte de los mensajes por esta vía fueron relativos al huracán Ingrid, en el otro litoral del país.
Un día después, Gobernación indicaba: máxima atención zona costera por tormenta tropical; Acapulco, hasta Punta San Telmo, Michoacán
.
Sin embargo, hasta ese momento no había reportes acerca de evacuación de la población en Guerrero. Este diario solicitó una entrevista con Puente para precisar las tareas preventivas realizadas, pero en Gobernación dijeron que no era posible porque en la noche hablaría el presidente Enrique Peña Nieto.
Funcionarios y expertos del sector –quienes pidieron no ser identificados– lamentaron que se hayan destinado importantes recursos humanos y materiales a las ceremonias patrias y de conmemoración de los 100 años del Ejército (hubo más elementos que en celebraciones anteriores
), en lugar de aplicar un enérgico protocolo de evacuación, antes del desbordamiento de ríos.
En el caso específico de Acapulco, indicó una especialista, las afectaciones se vinculan también a la persistente construcción de asentamientos humanos y desarrollos turísticos que irrumpen el desagüe natural.
El número de muertos (47 registrados hasta la tarde de ayer) es alto en comparación con los decesos del lustro inmediato anterior.
Por ejemplo, a consecuencia del huracán Dean (categoría 5) ocurrieron nueve decesos, según el documento Peligros naturales y tecnológicos relevantes durante el periodo 1810-2010, del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Ahora se perciben elementos distractores, como ocurre cada septiembre, que redundaron en una deficiente acción preventiva
, opinó uno de los entrevistados.
Aseveró que la información del Cenapred es constante y, con base en esto, se convocó al grupo técnico que, a su vez, genera las alertas (varias al día) acerca de la cantidad de agua y trayectoria del fenómeno.
Entonces se notifica a las autoridades estatales y municipales para que pongan en práctica sus procedimientos de preparación, incluso cuatro días antes del impacto: equipos en sitio, solicitudes de declaratoria de emergencia y otras previsiones como el traslado de la población en riesgo a albergues.
Datos del Cenapred indican que en 2001, por el paso de Juliette murieron nueve personas; ese mismo año, por Iris, hubo 23 decesos; en 2002 Kenna provocó dos fallecimientos; en 2003, Ignacio, ocho, y Marty, ocho.
En 2005, Emily, categoría 5, no dejó víctimas mortales, aunque Wilma y Stan dejaron un saldo de casi un centenar de fallecidos; en 2006, Lane dejó dos muertos; Jhon, cinco, y Dean nueve.