Abre el certamen de San Sebastián con Futbolín, filme en 3D del cineasta sudamericano
Inaugurar con una cinta de este género es inusual, un riesgo del festival que da mucha confianza a la película
, señaló el realizador de El secreto de tus ojos
Hoy arranca la competencia con Enemy, de Denis Villenueve, y Pelo Malo, de la venezolana Mariana Rondón
Sábado 21 de septiembre de 2013, p. 8
San Sebastián, 20 de septiemrbe.
El cine de animación de países como España o Argentina puede competir a escala mundial
con el estadunidense, defendió este viernes el director argentino Juan José Campanella, cuya película Futbolín dio el puntapié inicial a la 61 edición del festival de San Sebastián.
Inaugurar con un filme de animación es algo inusual, un riesgo, una jugada grande del festival que le da mucha confianza a la película
, reconoció Campanella al presentar su trabajo, fuera de concurso, que cosechó récords de taquilla en Argentina con el título de Metegol.
Pero también es un buen espaldarazo para la industria de la animación en Argentina y España
, aseguró. Creemos que estamos en condiciones de competir a escala mundial; existe el prejucio de que este nivel tecnológico solamente existe en Hollywood y es bueno demostrar que en nuestros países también se puede hacer
, subrayó.
Coproducción hispano-argentina realizada en tres dimensiones, Futbolín cuenta la historia de Amadeo, camarero de bar en un pequeño pueblo donde cultiva su gran pasión: un futbolín en el que cada jugador tiene su propia personalidad y a cuyos mandos resulta invencible.
Su apacible vida da un vuelco cuando su rival de infancia, Exequiel Grosso, regresa convertido en una superestrella del futbol y decidido a borrar el único fracaso de su vida
: una partida perdida contra Amadeo.
Megalómano y descerebrado, el crack Grosso se dispone a demoler el pueblo para construir el mayor estadio de futbol del mundo, proyecto contra el que Amadeo y su amiga Laura encontrarán un inesperado equipo de aliados: los pequeños jugadores del futbolín que repentinamente cobran vida.
No hay que olvidar que la película también está destinada a los chicos
, señala su director, quien dedicó un personaje –el cínico mánager de Grosso– al público adulto e innumerables guiños a clásicos del cine como Otelo, de Orson Wells; 2001 Odisea del espacio, de Stanley Kubrick, o Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola.
Para Campanella, reconocido por películas como la oscarizada
El secreto de sus ojos (2010) o El hijo de la novia (2001), realizar su primer filme de animación fue todo un reto.
La cantidad de decisiones que tiene que tomar un director en una película de animación es millones de veces mayor
, asegura. En el cine en vivo sé qué pedir y sé qué no se puede hacer. En la animación no; hay momentos en los que ves una computadora llena de números y no entiendes nada
, reconoce.
Dependo mucho más de los especialistas, pero al mismo tiempo se produce la paradoja de que tengo que decidir todo: el color de los ojos de los actores, la forma de la cara, la manera de moverse, de hablar (...), la textura de la ropa, hasta la cantidad de pecas
, para que resulte lo más real posible, agrega.
Sin nada que envidiar técnicamente a las películas de DreamWorks o Pixar, Futbolín, con un presupuesto de 20 millones de dólares, dividió, sin embargo, por 10 el costo de producción de los grandes estudios de animación estadunidenses, señalan sus productores. Supliendo medios por creatividad, creo que cada vez más vamos a ver películas fuera del sistema de Hollywood que puedan competir
, asegura el productor Gastón Gorali.
Metegol ya se vendió a países como Corea del Sur, Rusia o Turquía, porque es casi universal, una película que puede considerarse local en todos lados
, afirma su colega Jorge Estrada.
A diferencia de obras anteriores como El secreto de sus ojos o Luna de Avellaneda (2004), Campanella no vinculó la historia a Argentina e incluso trabajó en tres versiones –argentina, española e inglesa– para adaptar las referencias culturales a cada público.
Este sábado comienza la competencia en el festival de San Sebastián con la película hispano-canadiense Enemy –dirigida por Denis Villeneuve y protagonizada por Jake Gyllenhaal– y Pelo Malo, de la cineasta venezolana Mariana Rondón.