Familias enteras de ese poblado guerrerense lo perdieron todo
Lunes 23 de septiembre de 2013, p. 14
Zihuatanejo, Gro., 22 de septiembre.
Sobrevivientes de El Bejuco, municipio de Coyuca de Benítez, narraron que su comunidad fue totalmente arrasada por el río y que perdieron huertas, casas y ganado por la tormenta Manuel. Apenas hace tres días comenzaron a recibir apoyos por los daños sufridos.
Vía telefónica, Dolores Benítez, una de las afectadas, dice: ‘‘No nos avisaron de la fuerte tormenta que azotó la entidad y fueron damnificadas 210 familias de El Bejuco y 135 casas destruidas, sin sumar los daños en otras comunidades aledañas al río. Nunca había subido tanto el río, nunca había pasado; en todos los años que llevo viviendo aquí jamás se salió de su cauce y yo vivo junto’’, dijo.
Asegura que el desastre natural no se compara con el huracán El Tara, que en 2008 también afectó varias comunidades de la Costa Grande. Doña Dolores señala que las pérdidas de las familias son totales, ya que el nivel del agua en las casas subió más de metro y medio y perdieron todas sus pertenencias; asimismo, los apoyos para las familias han sido pocos, lamenta.
‘‘Que vengan a ayudar, porque los que más sufren son los niños; nos trajeron apoyos, pero fueron muy pocos; los pequeños ya no tienen que comer, no tenemos nada, hay familias que lo perdieron todo’’, insiste.
Sobre si tuvieron apoyo inmediato manifiesta que apenas hace tres días les llegaron despensas, pero no fueron suficientes, ya que las casas del Bejuco siguen enterradas. ‘‘Nos están cobrando hasta 200 pesos por camioneta para sacar el escombro y pues cómo, si no tenemos dinero, lo perdimos todo’’.
Por su parte, un comunero de nombre Alexander sostiene que el río arrasó con todo el ganado y huertas completas, ya que las corrientes del río eran muy fuertes y la altura del agua era mayor de metro y medio; en algunas partes pudo haber alcanzado los dos metros, narra.
‘‘Las casas de los pobladores quedaron cubiertas de lodo, al igual que las calles; en algunas viviendas alcanza 1.50 metros de grosor y en las calles 50 centímetros; la gente tiene cinco días limpiando sus casas y aún no se puede sacar ni la mitad del lodo acumulado’’, dijo.
Agrega que mujeres, hombres, niños y ancianos estuvieron sin alimentos, incomunicados y tampoco tenían luz. ‘‘El poco alimento que llegó fue de parte de una familia de una comunidad llamada La Barra; fueron varios de los pobladores de allá quienes ayudaron a sacar a las personas el día de la inundación, porque las autoridades no quisieron entrar porque dijeron que la corriente estaba muy fuerte’’.