Planean estrategia de apoyo a los ‘‘más de 70 detenidos’’
Viernes 4 de octubre de 2013, p. 7
Varios activistas universitarios denunciaron que durante la marcha por el 45 aniversario de la matanza del 2 de octubre de 1968, las corporaciones policiacas incurrieron en provocaciones, en un uso excesivo de la fuerza y en detenciones arbitrarias y selectivas.
Ayer, jóvenes estudiantes participaron en una reunión ‘‘emergente’’ en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, para definir una estrategia de apoyo a los ‘‘más de 70 detenidos’’.
También elaboraron un posicionamiento por los hechos en el que denunciaron que la ‘‘provocación’’ de las autoridades capitalinas y federales se inició desde el hecho que no se permitió a la marcha cumplir con su ruta original (Plaza de las Tres Culturas-Zócalo) debido a que la Plaza de la Constitución mantiene desde hace varias semanas ‘‘un cerco policiaco’’.
Agregaron que la fuerte presencia policiaca y el uso de la ‘‘fuerza desmedida’’ de los uniformados ‘‘llevó a las confrontaciones’’, donde hubo uso de gas mostaza y balas de goma, agresiones contra manifestantes y detenciones arbitrarias. Dijeron que los medios de comunicación sólo se han enfocado en hacer un manejo de la información donde ‘‘se victimiza a los policías, pero no se habla nada de los lesionados del otro lado’’.
Entre los capturados durante la marcha se encuentran –de acuerdo con fuentes judiciales– al menos dos de los jóvenes que participaron en abril pasado en la toma de la rectoría de la UNAM y que días después fueron expulsados del plantel Naucalpan del Colegio de Ciencias y Humanidades. Se trata de José Luis Ramírez Alcántara e Irene Pérez Villegas, quienes fueron denunciados por las autoridades de la institución y cuya investigación se encuentra abierta ante las instancias judiciales federales. De acuerdo con testimonios, ambos fueron aprehendidos antes de las refriegas.
Por su parte, alumnos de la Prepa 7 de la UNAM denunciaron que hay seis detenidos ‘‘arbitrariamente’’ en la agencia 2 del Ministerio Público en Gustavo A. Madero, a quienes ‘‘se les quiere agravar el delito’’.