Mandará un vehículo de exploración a la Luna este año
Martes 15 de octubre de 2013, p. 3
Pekín, 14 de octubre.
Diez años después de haber enviado al espacio a su primer astronauta, China continúa su ambicioso programa espacial, que le otorga prestigio militar y económico, mientras su rival estadunidense, la Nasa (Administración Nacional Aeronáutica y del Espacio), está paralizada a causa de la crisis presupuestaria.
El 15 de octubre de 2003, el astronauta Yang Liwei dio vuelta a la Tierra 14 veces en órbita a bordo del Shenzhou 5 en 21 horas, abriendo el camino de China hacia el cosmos.
Más de 40 años después del histórico vuelo del soviético Yuri Gagarin, esa hazaña puso a China como el tercer país, después de la URSS y Estados Unidos, capaz de realizar un vuelo tripulado.
Desde entonces, el país envió a 10 astronautas –ocho hombres y dos mujeres– al espacio en cinco misiones, así como un módulo espacial colocado en órbita, Tiangong-1.
Supervisión del ejército
El régimen, que financia este programa supervisado por el ejército, invirtiendo miles de millones de dólares, considera que se trata de una señal importante del nuevo estatuto internacional del país, de su dominio tecnológico, y también de la capacidad del Partido Comunista para modificar el destino de una nación, antes agobiada por la pobreza.
Sus ambiciones culminarán el día en que un chino pise la superficie de la Luna, precedido hacia fines de este año por el alunizaje de un vehículo automatizado de exploración. Una cuarta instalación de lanzamiento será inaugurada dentro de dos años, y hacia 2023 terminará la construcción de una estación espacial que será colocada en órbita alrededor de la Tierra, Tiangong-3.
En la misma época, la Estación Espacial Internacional será abandonada después de unos 20 años de servicios, coincidencia simbólica que podría reflejar también el desplazamiento de los centros de poder en la superficie de la Tierra durante la próxima década.
El rápido desarrollo del programa espacial chino contrasta con el de Estados Unidos, cuyo lanzamiento más reciente de un cohete espacial fue en 2011 y cuyos proyectos de futuro son vagos por ahora.
La semana pasada, los organizadores de una conferencia de la Nasa anunciaron que el personal ya no tenía acceso a sus mensajes electrónicos debido a la crisis presupuestaria.
Gran parte de la tecnología utilizada en la exploración espacial tiene repercusiones militares, según los expertos. Pero China también obtuvo otros beneficios, menos visibles.
Líder regional en Asia
En Asia, China es considerada el líder regional en materia espacial, lo que le da un verdadero prestigio militar y económico
, afirmó Joan Johnson-Freese, encargada de cuestiones de seguridad en el Colegio de Guerra de la Marina de Newport, y especialista en las actividades espaciales chinas.
En el resto del mundo, la ventaja económica para China es no ser considerada capaz de sólo producir ropa barata
, agregó.
China todavía está lejos de las conquistas de Estados Unidos y la ex Unión Soviética –aunque aprendió de los dos– y le faltan años para el lanzamiento de su estación espacial.
Mientras tanto, Yang Liwei, general y subdirector de la Agencia China encargada de los programas tripulados, recibe solicitudes de países en vías de desarrollo que quieren colocar astronautas en órbita.