n la segunda edición del Informe Mundial sobre la Felicidad, publicada por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el estudio llevado a cabo abarca a más de 150 países y echa por tierra creencias y mitos arraigados en las diferentes sociedades que componen nuestro planeta.
El informe está escrito por expertos en sicología, economía, análisis de encuestas y estadísticas nacionales, y nos desvela que las medidas que emprenden las naciones por el bienestar de sus ciudadanos pueden ser utilizadas para evaluar el progreso de las mismas.
Asimismo, nos habla sobre los factores que influyen en el bienestar de las personas y en qué países sus habitantes disfrutan más de la vida, y nos deja muy claro que el bienestar es un factor crucial para el desarrollo económico y social de las naciones.
A pesar de que el primer informe al respecto, publicado en 2012, llamó la atención a escala internacional por ser la primera encuesta global sobre el estado de la felicidad, el de este año profundiza en detalle en el análisis de los datos globales sobre felicidad, desglosa la puntuación de cada país por sus partes constituyentes y examina las tendencias en un contexto temporal.
Uno de los editores del informe, Jeffrey D. Sachs, director del Earth Institute de la Universidad de Columbia y del SDSN (Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas), y asesor especial del Secretario General de la ONU, explica: En la actualidad cada vez se está demandando más en todo el mundo que la política esté estrechamente vinculada a lo que más importa a la gente, a aquellos aspectos que la población relaciona con su bienestar
. Y agrega, cada vez son más los líderes del mundo que hablan de la importancia del bienestar como guía para sus naciones y para el mundo. El Informe Mundial de la Felicidad 2013 evidencia que la medición y el análisis sistemático de la felicidad pueden enseñar mucho sobre las formas de mejorar el bienestar y el desarrollo sostenible en el mundo
.
Otro de los datos de este informe revela que en una escala del cero al 10 sobre el bienestar, las poblaciones de más de 150 países del mundo tendrían un bienestar promedio de 5.1.
Otro parámetro interesante se encuentra en la identificación de seis variables que explicarían las tres cuartas partes de la variación en las puntuaciones medias nacionales anuales, a lo largo del tiempo y entre países. Estos son el PIB real per cápita, la esperanza de vida sana, el apoyo social, la libertad percibida para tomar decisiones, la percepción de la corrupción y la generosidad.
También muestra cambios significativos en la felicidad en los países a través del tiempo, con el aumento en algunos y la notable caída en otros. De estos, un notable aumento de la felicidad se ha registrado en el África Subsahariana y en América Latina, en contraste con la disminución en los países industrializados.
El informe destaca que entre algunos de los países más felices entre 2010 y 2012 encontramos en primer lugar a Dinamarca, seguido por Noruega, Suiza, Países Bajos, Suecia y Canadá. Todos estos países invierten grandes cantidades de dinero en bienestar social y disfrutan, en general, de una excelente salud de sus habitantes. Además, tienen muy bajos índices de corrupción y disfrutan de tranquilidad y armonía social.
Como podemos observar, nada tiene que ver el clima ni el Sol en el nivel de felicidad de sus habitantes, derrumbando el mito de que a más Sol y luz natural, más felices somos.
Ir en bicicleta por decisión propia también incide en el nivel de felicidad. Países con cultura del uso de la bicicleta como principal medio de transporte, se encuentran en los primeros lugares de habitantes felices.
La salud mental de las personas es el factor trasnacional más determinante en el grado de felicidad de las mismas. Aproximadamente, 10 por ciento de la población mundial tiene un diagnóstico de ansiedad y depresión. Estas dolencias son las principales causas de incapacidad y absentismo laboral, generando elevadísimos costes económicos.
Es bien sabido que las personas emocionalmente felices y que viven en comunidades positivas, son más productivas y están más sanas.
Alerta roja para los gobiernos europeos capitaneados por Bruselas y sus políticas de austeridad que están pasando una alta factura en la salud mental de la población con serias repercusiones negativas en la productividad de los individuos.
* Médico Familiar de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco