Miércoles 16 de octubre de 2013, p. 8
Greenpeace puso en marcha la campaña Cochino petróleo, en la que se refleja la política energética basada en ese combustible, cortoplacista y que sólo responde a intereses políticos y económicos. En el debate sobre el tema, los políticos van al revés, apuestan por los hidrocarburos cuando estas fuentes de energía están agotándose y cada vez representan más gastos de inversión y menos ganancias; además de que son más riesgosos para las comunidades y el medio ambiente, advirtió Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña Energía y cambio climático. Agregó que representantes de la organización han ido al Congreso a entregar los documentos que avalan la propuesta de una reforma que detone empleos y desarrollo económico basada en energía renovable, pero los legisladores no han entendido los argumentos científicos.