Si bien Daniel Corral considera a la gimnasia un deporte cruel, refrendar o superar los resultados que ha obtenido en el reciente mundial o en otras competencias no es una obligación y mantiene intactos los sueños de mejorar en cada aparato, que para el bajacaliforniano que vive con dolores y siente raro si amanece sin ellos, son seis deportes en uno.

No estoy obligado a nada, todo lo hago por satisfacción, expresó el atleta, al referirse a la expectativa que dejó tras el Campeonato Mundial de Amberes y de cara al siguiente ciclo olímpico que se inicia con los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz 2014, justa que consideró es parte de un proceso.

“Lo que yo hago es perseguir un sueño: Los JCC son importantes para la formación de un atleta, pero no veo mi deporte como un deber. Le veo más bien posibilidades para seguir mejorando.

La única obligación es conmigo mismo, cumplir en lo que yo quiero y los sueños que persigo, dijo el subcampeón mundial en caballo con arzones, al confirmar su asistencia a la gala que se realizará dentro de 15 días en una universidad mexiquense, organizada por la ex gimnasta Brenda Magaña.

Corral compartió lo difícil que es expresar el sentimiento de haber alcanzado el logro histórico para la gimnasia mexicana, de llegar por primera vez a una final y subir al podio, después de haber estado muchas veces al borde de tirar la toalla.

Admitió que “la gimnasia en México está atrasada en cuanto a conjunto. Nos llevan ventaja por la historia muchos países como Japón o Estados Unidos.

Durante la conferencia realizada en la Conade, el presidente de la Federación Mexicana de Gimnasia, Gustavo Salazar, entregó a Corral un pin conmemorativo que le envió la federación internacional, que de esa manera reconoce a deportistas de excelencia. Antes sólo lo habían recibido Luis López, Francisco López y Telésforo Pineda.