Compañías que producen esos alimentos generan 124 mil millones de dólares: Concamin
Hacienda señala que el IEPS de 5% no fue propuesto por el Ejecutivo, pero respeta al Legislativo
Viernes 18 de octubre de 2013, p. 30
El sector privado del país amenazó este jueves con replantear las inversiones a partir del próximo año debido a la sorpresiva aprobación de un impuesto a la comida denominada chatarra.
Las empresas que sean más afectadas por el régimen fiscal próximo a aprobarse repensarán
las inversiones a partir de 2014, sostuvo este jueves el presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), Claudio X. González Laporte.
El dirigente empresarial criticó el impuesto especial sobre productos y servicios (IEPS) de 5 por ciento a la comida chatarra aprobado el miércoles por la comisión de Hacienda en la Cámara de Diputados. Los legisladores definieron una ‘lista de alimentos con alta densidad calórica, equivalentes a 275 kilocalorías por 100 gramos o más”.
De acuerdo con el titular de Hacienda, Luis Videgaray, la recaudación estimada por el IEPS a la comida chatarra ascendería a 3 mil 500 millones de pesos. Es un impuesto que no está en la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto, pero el Ejecutivo federal respeta las decisiones del Legislativo, dijo el funcionario luego de las críticas de los empresarios.
A los señalamientos del CMHN se sumó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), cuyo presidente Gerardo Gutiérrez Candiani expresó que los impuestos de última hora, sin un sustento económico
, son inadmisibles para los empresarios.
Las inversiones para este año ya están, no tienen cambio. Pero en los sectores afectados (por la reforma hacendaria) sí repensarán exactamente qué hacer
, dijo González Laporte al asistir a la conmemoración del 50 aniversario de la creación del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, dependiente del CCE.
El CMHN había anunciado inversiones superiores a los 25 mil millones de dólares para este año.
Daño al sector productivo
Cada una de las empresas afectadas tomarán decisiones en su momento, pero que haya sorpresas
con la creación de impuestos nuevos y de repente, no conduce a un crecimiento económico, dijo el dirigente del CMHN.
De su lado, Gutiérrez Candiani dijo que la implementación de esos gravámenes dañan
al sector productivo del país y satanizan
a una industria, por lo que instó a los legisladores a analizar y a enriquecer
una reforma hacendaria que permita a México ser más competitivo.
El empresario también pidió al titular de la secretaría de Hacienda diseñar, en conjunto, una reforma hacendaria integral y mantener un diálogo permanente.
Manifestó que el sector privado está dispuesto a contribuir y fortalecer a las finanzas públicas, pero no a costa de la productividad, de la competitividad, del país, de las empresas y menos de los trabajadores
.
Los empresarios realizan propuestas sensatas
con datos duros y que son los planteamientos que necesita el país. Hay algunos -dijo Gutiérrez Candiani- que tratan de desviar la atención
y acusan al sector privado de realizar propuestas únicamente en su beneficio.
A las celebraciones del CEESP asistió el secretario Videgaray. Durante una comida con los empresarios, el funcionario dijo que se vale
el debate del sector privado con las autoridades, así como las opiniones distintas, pero el objetivo en común es incrementar el crecimiento de la economía y el combate a la pobreza.
A su vez, el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Funtanet Mange, fustigó el sorpresivo
impuesto de 5 por ciento parta diversos alimentos procesados al aseverar que las empresas que los producen generan 124 mil millones de dólares, lo que representa 4.1 por ciento del producto interno bruto (PIB) de México.
Advirtió que de aprobarse habría importantes recortes de personal en las empresas de diversos sectores productivos, se inhibirían nuevas inversiones y frenaría el crecimiento mexicano
, por lo que hizo un llamado a los legisladores para analizar el tema.
No podemos permitir impuestos de última hora, que sin ningún sustento técnico, jurídico y económico, ni criterios definidos, dañan a la planta productiva, a los trabajadores y a la sociedad mexicana en su conjunto. Son inadmisibles y el sector industrial del país los rechaza contundentemente
, señaló.