La Máquina atenuó el dominio del América en el llamado clásico joven y rescató el empate 1-1, en partido que compensó con algunas emociones al público fiel, que esperó a pie firme el inicio retardado del choque, bajo intenso frío y torrencial aguacero.

El tanto de las Águilas fue de Luis Gabriel Rey, al minuto 45, con lo que el equipo de Coapa –ya clasificado a la liguilla– llegó a 32 unidades, todavía en el liderato general. Por los de casa marcó Luis Amaranto Perea (70) y los celestes llegaron a 24 puntos, firmes en zona de clasificación.

El partido en el estadio Azul comenzó con retraso, debido a una fuerte lluvia con rayos y truenos, por lo que el árbitro Jorge Antonio Pérez decidió posponer 47 minutos el encuentro, tiempo en el que personal de mantenimiento luchó apuradamente para desazolvar la cancha, que ya presentaba varios encharcamientos.

América se adaptó pronto al frío, a la lluvia y a la cancha que tardó en absorber el agua. Raúl Jiménez hizo el primer disparo a gol. Fue un trallazo que pasó cerca del poste derecho.

En la siguiente embestida de los campeones el portero Jesús Corona chocó con Jair Pereira y se lastimó la rodilla, pero tras ser atendido se mostró listo para continuar bajo los tres palos.

Christian Chaco Giménez, quien salió a la cancha con un casco de protección por la herida que sufrió jugando con la selección, comenzó a aparecer con desbordes y servicios en busca de Mauro Formica y de Mariano Pavone, a quien le anularon un gol al minuto 25 por previa falta.

En la recta final del primer tiempo, La Máquina se mostró más peligrosa. Con ambición buscó horadar el marco defendido por Moisés Muñoz, pero al minuto 45 el explosivo Miguel Layún, cubierto de lodo, recorrió el costado izquierdo y sacó centro a segundo poste, donde Rey saltó para cabecear y fusiló a Corona para abrir el marcador.

Para el complemento retornó la lluvia y arreció el frío. Cruz Azul tomó la iniciativa, mientras el América aguardó alguna oportunidad para descolgar y la tuvo en los botines de Rubens Sambueza, quien no logró aprovechar un rechazo de Chuy y se esfumó la opción del segundo tanto.

El entrenador local Guillermo Vázquez reforzó su ataque con la entrada de Sergio Nápoles, quien relevó a Alejandro Castro, pero fue Achille Emana quien logró entrar con fuerza al área y sacó un tiro que Paul Aguilar desvió con la cabeza y espectacular lance para evitar el empate. En la siguiente acción el mismo Aguilar volvió a evitar el gol en su meta al matar un remate con el pecho.

El empate que reavivó a la afición cementera llegó al minuto 70, tras un centro de Nápoles que logró rematar con sólido cabezazo Luis Amaranto Perea, aunque los celestes no se conformaron y estuvieron muy próximos al segundo, cuando Emana cobró un tiro directo que pasó rozando el poste izquierdo.

El Piojo indicó que regresará al timón americanista por el bicampeonato y de ninguna manera renuncia a esa meta, a pesar de su paso a la selección nacional. Aseguró que siempre duerme tranquilo y no le inquieta la tempestad en que ha estado envuelto el Tri.

Indicó que en el timón amarillo se queda Álvaro Galindo, junto con Raúl Rodrigo Lara, y “nosotros vamos por dos juegos y regresamos para la liguilla. (En el Tricolor) vamos a ganar con convicción e iremos todos muy felices al Mundial.

El América “está clasificado hace dos fechas. Momentáneamente nos vamos de este proyecto, estamos listos para el Tri y lo lograremos. No me aflije porque dejo un equipo muy bueno, sólido”.

Cuando le preguntaron si será el salvador de la selección, exclamó: ¡Ay no mames!, y rehusó adelantar datos y profundizar sobre el tema.

Festejó el empate y el punto logrado este sábado: Fue un buen partido, de ida y vuelta, a pesar de que el clima no nos dejó hacer un buen espectáculo. Falta el martes, todavía estaré ahí (en el banquillo)

Por su parte, Vázquez comentó que por el estado de la cancha el juego fue complicado: Es difícil jugar así, sobre todo por el estilo que tiene Cruz Azul, al que le gusta tocar la pelota. Empatar fue bueno, el punto no es malo por la forma en que se dieron las cosas.