a visita al Zócalo capitalino es casi siempre una experiencia muy grata. Digo casi porque frecuentemente está usurpado por diversas razones; sea por grupos inconformes que lo invaden con tiendas de campaña, escusados portátiles, venta de fritangas y demás. O como sucedía en el gobierno anterior, por espectáculos de toda índole, iglues, pistas de hielo, carpas de empresas comerciales, circo y un sinfín de etcéteras.
Ahora lo ocupan libros, lo que es un motivo de regocijo. Finalmente se pudo instalar la Feria Internacional del Libro del Zócalo, que organiza anualmente la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal. Estuvo a punto de ser cancelada por la instalación del centro de acopio por la emergencia nacional
que enfrentan los estados del sur de México, debido a los estragos devastadores que causaron los huracanes Ingrid y Manuel.
Afortunadamente, los escritores Paco Ignacio Taibo II y Fabrizio Mejía Madrid, convocaron por Twitter a realizar un cerco de libros en la Plaza de la Constitución. Esto aunado a las gestiones de la secretaria de Cultura del gobierno capitalino, Lucía García Noriega, llevaron a que, aunque fuera con unos días de atraso, la feria se instalara. El centro de acopio se reubicó frente al Palacio Nacional y en la calle Moneda.
Como siempre, además de la venta de libros, la FIL del Zócalo ofrece conferencias, tertulias, presentaciones de libros, cuentacuentos, lecturas en voz alta, charlas con autores y mucho más. Las actividades se llevan a cabo en tres foros. El Uno, que rinde homenaje a tres Carlos: Fuentes, Monsiváis, y Montemayor. El Dos, el cual lleva el nombre de César Vallejo en honor al escritor peruano; y el Foro Independiente.
La feria ocupa una parte de los 23 mil metros cuadrados de la gran plataforma de cemento, que fue muy criticada cuando se construyó, pero que ha cumplido muy bien la función de albergar toda clase de encuentros masivos. Resulta interesante advertir que esto ha sido así desde que era México-Tenochtitlan. El arqueólogo Eduardo Matos platica que en esa época ya era una plaza donde, entre otras, se instalaba el mercado. Igual que ahora la rodeaban las construcciones que albergaban los poderes político, religioso y económico; desde siempre ha sido el corazón del país.
Aquí se vendieron los primeros libros en el siglo XVI, recién levantada la ciudad española y hoy, en el contexto de esta extraordinaria fiesta librera, alrededor de 200 editoriales ofrecen sus novedades y una gran cantidad de escritores imparten conferencias y presentan sus obras.
Les doy una probadita para hoy domingo. En el Foro Uno, a partir de las 13:30 y cada hora se presenta Charla, entre José Agustín y Gerardo de la Torre; Lectura de poesía, con la participación de nuestro querido colega de estás páginas, Hugo Gutiérrez Vega, Thelma Nava y Enrique González Rojo.
Sigue otra Charla, ahora con Elena Poniatowska, continua una Tertulia sobre los medios de comunicación en resistencia, en la que participan Humberto Musacchio, Epigmenio Ibarra, Jenaro Villamil, San Juana Martínez y Virgilio Caballero, y a la 18:30 horas cierra la presentación del libro Rebeliones, de Enrique Dussel y Fabrizio Mejía Madrid.
Este año la feria ofrece una agradable novedad, se ha instalado una plaza con árboles y bancas de madera, donde puede unos sentarse a echar un vistazo al libro recién comprado, descansar y convivir.
Si en algún momento le apetece un tentempíe, a unos pasos, en la calle de Guatemala 8, se encuentra el Centro Cultural de España en México. Todas las actividades que organiza son abiertas al público y gratuitas. Suele haber buenas exposiciones y diversos sucesos culturales.
La hermosa casona barroca tiene una terraza que alberga un restaurante-bar, con buena vista de la parte posterior de la Catedral, por cierto, la más antigua. Como pueden suponer ofrece comida española. Tienen un gazpacho verde medio picosito, muy sabroso, hay croquetas, chistorra y por supuesto paella.