Francisco Rafael Arellano fundó y convirtió junto con su hermano Benjamín el cártel de Tijuana o de los hermanos Arellano Félix, en una de las organizaciones criminales más importantes de México. Luego de pasar más de 10 años en prisión y cinco de haber quedado en libertad, sus familiares reconocieron sus restos después que fue asesinado en una fiesta infantl por una persona vestida de payaso.

El mayor de los hermanos Arellano Félix, de 63 años de edad, fue asesinado el pasado viernes en una residencia del complejo habitacional Ocean House, en el corredor turístico Cabo San Lucas-San José del Cabo, en Baja California Sur.

Información proporcionada por la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que el agente del Ministerio Público del fuero común se hará cargo de las investigaciones del homicidio.

La necropsia de ley arrojó como resultado que las causas de muerte fueron: traumatismo craneoencefálico severo secundario a herida producida por proyectil de arma de fuego.

Ante la fuga de el o los responsables de la ejecución, la Policía Ministerial del Estado trabaja en conjunto con las corporaciones de seguridad pública de los tres niveles de gobierno para lograr su ubicación y detención, informó la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales.

Según la dependencia, el mayor de los hermanos Arellano Félix fue asesinado minutos antes de las 20 horas del viernes, momento en el que la guardia de agentes de la Policía Ministerial de Los Cabos tuvo conocimiento de un tiroteo en el corredor turístico de ese centro vacacional.

Para el gobierno federal, Francisco Rafael Arellano Félix no enfrentaba acusación penal alguna, y pese a que era el hermano mayor de la familia que desde los años 80 encabeza una organización dedicada al tráfico de estupefacientes, las autoridades no tenían registros que lo involucraran nuevamente en actividades ilícitas.

El cártel de Tijuana surgió tras la detención en 1985 de Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, Miguel Ángel Félix Gallardo y Rafael Caro Quintero, y tomaron como su principal centro de operación la zona de Tijuana, en Baja California.

Llegaron a tener presencia en 18 entidades, compartiendo territorios con grupos como el cártel de Juárez, el de los hermanos Amezcua, la organización de Pedro Díaz Parada, en Oaxaca; con presencia en el Triángulo Dorado, que se localiza en los límites de Chihuahua, Sinaloa y Durango.

Su poderío disminuyó a cinco entidades, según informes de la PGR, y sus actuales líderes son Enedina Arellano Félix y su hijo Fernando Sánchez Arellano.