Miércoles 23 de octubre de 2013, p. a15
Moscú. Serán los Juegos Olímpicos más caros de la historia, con un costo estimado de 50 mil millones de dólares, pero activistas de derechos humanos destacan algo diferente de Sochi 2014: sus instalaciones habrán sido construidas, en buena parte, por trabajadores extranjeros a los que no les pagará. Decenas de miles de obreros de Rusia y las ex repúblicas soviéticas de Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán trabajan las 24 horas del día en el resort sobre el Mar Negro, para asegurar que los Juegos de invierno se inauguren sin problemas el 7 de febrero de 2014. Las protestas de los trabajadores crecen día a día, al igual que las medidas represivas de funcionarios contra ellos
, aseguró Semyon Simonov, integrante de Memorial, grupo que ofrece ayuda legal gratuita a los trabajadores extranjeros en Sochi.