Son enganchados por narcos, advierten
Domingo 3 de noviembre de 2013, p. 28
La carencia de programas, espacios sociales, culturales y deportivos para los adolescentes de entre 13 y 17 años de Cuautepec, delegación Gustavo A. Madero, fue sustituida por los reguetones
con venta de estupefacientes y la rola
clandestina de micheladas en sus fiesta.
A la par de la diversión, el escenario es el punto propicio para que grupos criminales enganchen a los chavos
, de acuerdo con los testimonios de oriundos del barrio, enclavado en la Sierra de Guadalupe, que colinda con los municipios de Tlalnepantla, Ecatepec, Tultitlán y Coacalco.
Debido a la zona geográfica, se desató una disputa violenta por el territorio entre bandas del estado de México y del Distrito Federal dedicadas a la venta de drogas al menudeo, porque la zona tiene un alto consumo
.
El 18 de octubre pasado, tres adolescentes fueron acribillados en Castillo Chico. Muchos jóvenes han caído, su muerte la justifican por su relación con los criminales
, señalaron los habitantes que ante la incidencia delictiva piden el anonimato.
Su relato es confirmado por el resultado del operativo que mantienen las autoridades en el barrio, dado a conocer por el procurador capitalino Rodolfo Ríos Garza: 62 adolescentes, en un rango de edad de 13 a 17 años, vinculados a delitos contra la salud en Gustavo A. Madero.
El dato es un reflejo de las colonias de la zona, catalogadas como de pobreza y marginación, y donde viven 300 mil personas.
El cerro es un gran dormitorio para trabajadores con ingresos máximos de dos salarios mínimos. La mayoría se dedica al comercio informal, a la construcción. Crecieron talleres de todo tipo y desde hace 15 años circulan los taxis pirata
.
El desempleo afecta a los jóvenes que aspiran a contratarse como ayudantes. Ramiro ganaba 750 pesos semanales, se integró a una banda de narcomenudistas y ahora recibe 2 mil, además soy poderoso y ya nadie se mete conmigo. Me respetan. Saben con quien ando
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